¿Somos felices los españoles? España ocupa el lugar 29 de entre 156 países, según recoge el informe Mundial sobre la Felicidad 2022, que mide cómo ha evolucionado la felicidad de los ciudadanos en los últimos años.
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Para elaborar este informe se utilizan los datos de la Encuesta Mundial de Gallup, en la que se pide a los encuestados que puntúen su vida del cero al 10, siendo cero la peor vida posible y el 10 la mejor vida posible.
Según este informe, hay personas que son felices por naturaleza: “Entre el 30% y el 40% de las diferencias de felicidad entre las personas se deben a diferencias genéticas. Algunas personas nacen con variantes genéticas que les hacen sentirse más felices, mientras que otras son menos afortunadas”, explican en el estudio.
Sin embargo, según neurocientíficos de diferentes universidades, todos podemos implementar en nuestra rutina algunas acciones diarias que pueden aumentar nuestro cociente de felicidad.
Ya Aristóteles consideraba que era posible lograr la felicidad combinando los bienes externos del cuerpo y del alma.
Para el psicólogo de la Universidad de Cardiff, Cliff Arnall, la felicidad se puede resumir en una fórmula que tiene en cuenta la temperatura, la socialización, el contacto con la naturaleza y las vacaciones, entre otras cosas.
Pero la ciencia ha dado un paso más, demostrando que las emociones tienen su origen en estímulos que provocan reacciones químicas en nuestro cerebro y por lo tanto, pueden ser manejadas a pesar de las condiciones externas.
Estas son las cinco acciones que podemos implementar en nuestra rutina para ser felices.
Da las gracias cada día
Existen pruebas científicas que apoyan la idea de que estar agradecidos nos hace más felices. Se puede hacer una lista de cosas por las que te sientas agradecido y repasarla cada mañana o dar las gracias de forma espontánea cada día al levantarte. Con ello aumenta la dopamina y la serotonina de manera natural.
Se amable cada día
No hace falta que realices grandes gestas por los demás, pero sí que contribuyas a mejorar el día a alguien, crearles pequeños momentos de alegría. Puede ser un mensaje divertido o incluso decirles a tus familiares que les quieres.
Disfruta de la naturaleza
No se trata de que te abraces a los árboles cada día, pero sí que salgas de casa y que dejes que la luz del sol te invada, los sonidos, los olores y el entorno porque es una manera de reducir el estrés y levantar el estado de ánimo.
Mira lo bueno de lo malo
Se trata de sacar el lado positivo de lo que te ocurre cada día y consideras que es malo. Esfuérzate por cambiar tu perspectiva encontrando el beneficio dentro de un problema cotidiano. Así evitarás el enfado y la toxicidad.
Determina objetivos
Elegir una meta o un objetivo tiene efectos positivos en el cerebro, disminuye el estrés y la ansiedad y aumenta la capacidad de resolver problemas cotidianos.
La ciencia ha demostrado que el mero hecho de elegir te hará disfrutar más de lo elegido.