La onicosquicia es un trastorno de las uñas más común de lo que se piensa y es entre el 25% y el 37% el porcentaje de la población española que lo padece. Este problema, caracterizado por el desprendimiento gradual de la capa de la uña, puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género o su edad. Se cree que la humedad desempeña un papel clave en su desarrollo.
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Algunos estudios científicos se han centrado en desentrañar los misterios de la onicosquicia. Investigadores de renombre han analizado la prevalencia de este trastorno, destacando la importancia de entender sus causas y buscar soluciones efectivas. Un estudio publicado en el Journal of Dermatology Research and Therapy reveló que la humedad excesiva, como la exposición frecuente, puede debilitar la estructura de la uña, contribuyendo así al desarrollo de la onicosquicia.
Para aquellos que sufren de onicosquicia, se recomienda tener medidas prácticas para minimizar los efectos y promover la salud de las uñas. La aplicación regular de laca de uñas puede ofrecer una capa protectora, ayudando a prevenir el desprendimiento de la uña. Además, el uso de crema hidratante en las uñas y la piel circundante puede contribuir a mantener la humedad adecuada y mejorar la salud general de las uñas.
Una dieta equilibrada no solo es crucial para la salud general, sino que también puede marcar la diferencia en la prevención y el tratamiento de la onicosquicia.
Un estudio llevado a cabo por el Departamento de Dermatología de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón demostró que ciertos nutrientes son esenciales para la fortaleza de las uñas. El consumo adecuado de proteínas, biotina, y vitaminas como la A, C y E puede contribuir a la mejora de la salud de las uñas y prevenir la onicosquicia.
La investigación ha resaltado la conexión entre la dieta y la salud de las uñas. En particular, se ha observado que la falta de nutrientes clave puede contribuir a la fragilidad de las uñas y aumentar la vulnerabilidad a trastornos como la onicosquicia. Una dieta rica en proteínas es esencial, ya que las uñas están formadas principalmente por queratina, una proteína estructural.
Para abordar la onicosquicia desde dentro hacia fuera, es fundamental adoptar una dieta equilibrada y rica en nutrientes específicos. La biotina, conocida como la vitamina de las uñas, se encuentra en alimentos como huevos, nueces y espinacas. Además, el consumo de alimentos ricos en vitaminas A, C y E, coo zanahrias, frutas cítricas y aguacates, puede fortalecer las uñas y el desprendimiento.
El trastorno de las uñas más común de lo que se pensaba, merece atención y cuidado. Desde la aplicación de medidas externas, como la laca de uñas y la crema hidratante, hasta la adopción de una dieta equilibrada rica en nutrientes esenciales, existen enfoques integrales para abordar este problema.
La combinación de estos métodos puede marcar la diferencia en la prevención y el tratamiento de la onicosquicia, permitiendo a las personas disfrutar de uñas fuertes y saludables.