Comienzan las vacaciones de Navidad y con ellas una época llena de tradiciones y momentos en compañía de invitados a los que queremos impresionar. Aunque el protagonismo en la mesa está reservado a los platos de siempre, a aquellos que pasan de generación en generación, también hay espacio para novedades culinarias que sorprenden por su originalidad y que terminan de coronar una noche especial.
En las recetas navideñas hay ingredientes que nunca fallan. Para las recetas principales, el pavo, los embutidos y la sal gorda se presentan como grandes aliados. En los postres y aperitivos, la mantequilla siempre quiere estar presente. Y una instagrammer ha descubierto una curiosa manera de reinventarla dándole un uso que no ha pasado desapercibido para los usuarios de la red social.
La receta, publicada por la divulgadora @allinspiredwellness en un vídeo reciente, demuestra que las redes no dejan de sorprendernos, y ese mismo efecto puede dejar en nuestros invitados si nos presentamos en la cena con este excéntrico plato. Lo mínimo que cabe esperarse es que abandonen las gambas y los polvorones por unos instantes para apreciar la delicatessen que con tanto cariño y esmero nos hemos encargado de preparar en las horas previas.
Pero cuidado, porque quema y no es cosa del horno. El plato en cuestión es ni más ni menos que una vela comestible, hecha a base de pan y mantequilla. En realidad, se trata de un postre relativamente sencillo pese a su curioso emplatado, que remite a la típica vela blanca que se pone en el centro de la corona de Adviento.
Este aperitivo puede prepararse en apenas unos minutos, por lo que no supone un esfuerzo mayor en la ya agobiante tarde de preparación de la cena de Nochebuena. El vídeo de la instagrammer lo sintetiza en apenas unos segundos, pero lo cierto es que en la realidad tampoco ocupa mucho más tiempo: en menos de 15 minutos lo tendrás listo.
- Para realizarlo, lo primero que debes hacer es derretir la mantequilla. Lo recomendable es que esta sea con sal, ya que así se le añade algo más de sabor, aunque también es posible prescindir de ella.
- Añade finas hierbas que sean de tu gusto, ya sea orégano, tomillo, albahaca, romero... La elección es tuya.
- A continuación, coloca en el centro de la mezcla (todavía líquida) una vela comestible. La divulgadora utiliza una hecha con cera de abejas, pero también indica que "si deseas evitar la cera por completo, puedes sumergir una cuerda o mecha sin encerar, de cáñamo o de algodón, en la mantequilla derretida; y colocarla en la nevera para que se endurezca".
- Sujeta la cera con un adhesivo y mete el vaso en el congelador durante una hora o hasta que veas que la mezcla está sólida.
- Mientras tanto, coge un pan redondo y haz un agujero en el medio, utilizando un vaso del mismo tamaño que tenía el que has utilizado para hacer la vela.
- Cuando la mantequilla esté congelada, corta la mecha y retira el vaso, colócalo en el pan, emplata, enciende la mecha y espera 15 minutos para disfrutar con tus invitados de este apetitoso postre que alumbrará (y deslumbrará) en tu cena de Nochebuena.