El táper se ha convertido en uno de los utensilios más utilizados en nuestro día a día. La mayoría de nosotros, pasamos la hora de la comida en la oficina, y es muy habitual utilizar el domingo para preparar la comida que nos llevaremos en el táper al trabajo el resto de la semana.
[El truco definitivo con productos caseros para limpiar el horno sin dolores de cabeza]
Su utilidad es indudable, eso sí, a la hora de limpieza pueden surgir dificultades que hacen que nuestras fiambreras terminen con un extraño color naranja que somos incapaces de llegar. Nos pasa a todos, llegamos a casa después de un día entero trabajando y lo más común es poner el táper a remojo durante unas horas para que se desprenda el color de la salsa. Esta técnica, no siempre funciona.
Por mucho que insistimos frotando una y otra vez, este tono anaranjado no acaba yéndose y muchas veces optamos por cambiar de táper. Si algo tenemos claro, en cuanto a cuidados del hogar se refiere, es que el vinagre y el bicarbonato sirven para todo. El limón tampoco se queda atrás. Son los típicos trucos caseros que casi siempre funcionan, incluso mejor que los productos de limpieza.
El truco que elimina las manchas de tomate definitivamente
Para limpiar los tápers, el vinagre es efectivo, añadiendo este producto, junto con agua caliente y dejar reposar un par de horas hasta que desaparezca.
Sin embargo, existe otro truco infalible que se ha hecho viral en las redes sociales, para dejar tu fiambrera como nueva. En la cuenta de Tiktok Cocina con mi madre, regentada por un hijo y su madre, nos enseñan en qué consiste y nos muestran el sorprendente resultado.
¿Qué tenemos que hacer? Muy sencillo: introducir una servilleta de cocina impregnada de jabón de lavavajillas en el táper, lo mojamos junto con la servilleta dentro, y agitamos. Después, tiramos la servilleta y el agua sobrante, lo enjuagamos y listo: ni rastro de manchas.
Otros métodos para la conservación del táper
Lavavajillas, hielo y azúcar: Después de retirar los restos de comida del recipiente, debes echar una cucharada colmada de azúcar, unas gotas de lavavajillas, un par de cubitos de hielo y agua. Solo tendrás que dejarlo reposar durante algunos minutos. Después, ya podrás limpiarlo sin dificultad.
Adiós a los estropajos: Para conservarlos el máximo tiempo posible, y que incluso puedan pasar de generación en generación, acuérdate de utilizar siempre una esponja o bayeta suave a la hora de pasarlos por el agua.
Temperatura del agua: Otro consejo que debes mantener siempre presente es no utilizar nunca agua hirviendo en su interior, ni tampoco alimentos excesivamente calientes, puesto que harán que su estructura se pandee y, con el tiempo, la tapa acabará por no encajar herméticamente. El agua que utilices para limpiarlos, que sea mejor templada que ardiendo.