La naranja es, sin duda, la reina de todas las frutas en España. Ya sea para comerla directamente o para zumo, es la fruta más consumida de nuestro país. Según el informe alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de 2018, cada español consume anualmente 17,04 kilogramos de naranja al año, muy por delante de los 11 kilos de media de plátanos consumidos, la segunda en la lista.
Repletas de vitamina C y antioxidantes, las naranjas son ricas en nutrientes y diferentes compuestos vegetales protectores. Además, algunos estudios demuestran que consumir cítricos puede ayudar a reducir el riesgo de padecer ciertas afecciones como las enfermedades cardíacas. En otras palabras, las naranjas son excelentes para mantener una dieta equilibrada y saludable.
Dado que en España se recolectan las naranjas desde octubre hasta junio, estamos actualmente en la temporada perfecta de esta fruta, lo que multiplica las opciones de comer las naranjas más sabrosas. Sin embargo, no siempre es sencillo elegir las mejores. Por ello, te dejamos aquí algunas recomendaciones a tener en cuenta cuando estamos en la búsqueda de las naranjas más jugosas y dulces.
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Cómo elegir la mejor naranja
A la hora de elegir las mejores naranjas, el truco no está en simplemente coger aquellas que no tienen ninguna imperfección. En su lugar, hay que fijarse en su apariencia completa. Por lo general, explica la bloguera Jacqueline Weiss, las naranjas más sabrosas, sea cual sea su variedad, serán firmes, llenas de color, suaves y de piel fina.
Sin importar la variedad, añade Weiss, la naranja debe de ser de un color brillante, de un tono naranja intenso y sólido. Aunque indica que las naranjas de la variedad Valencia maduras podrían tener aún un tinte verdoso, “ya que reabsorben la clorofila mientras cuelgan del árbol durante los meses más cálidos”.
De lo que no hay que preocuparse es de si la naranja tiene algunas manchas. "No se pueden juzgar las naranjas por su color, ya que algunas pueden tener manchas verdes o marrones cuando están perfectamente maduras", comentó Ann Ziata, chef e instructora del Instituto de Educación Culinaria, a Real Simple.
Por otro lado, el peso también es otro factor determinante. Al levantar la naranja, hay que sentir una buena cantidad de peso en la mano. “Debe ser firme al tacto y pesada para garantizar una maduración jugosa. Una naranja ligera tiende a sugerir una fruta con nervios y seca”, aseguró la dietista nutricionista Nicole Stefanow a Real Simple.
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Cómo guardar las naranjas
En todo caso, una vez en casa, para que se mantengan frescas y con todo su sabor, es importante almacenar las naranjas correctamente. La principal clave para mantener el máximo tiempo las naranjas es alejarlas de la luz del sol. Las naranjas prefieren un lugar fresco y seco, por lo que el cajón para las verduras del frigorífico puede ser un espacio ideal para almacenarlas. También es buena idea dejarlas a temperatura ambiente, aunque es preciso mantenerlas a la sombra y consumirlas en unos días.
Por otro lado, para evitar la aparición de moho, es importante mantener las naranjas secas. Una vez en casa, si las naranjas llegan mojadas del supermercado o de la frutería, es preciso secarlas con una toalla o con un papel absorbente antes de meterlas dentro del frigorífico para reducir al máximo su humedad.
Asimismo, con el mismo objetivo —evitar la aparición de moho—, si vamos a guardar las naranjas en un envase, es importante elegir aquellas bolsas que sean transpirables. Tal y como explicó la chef Carla Contreras a Real Simple, almacenar las naranjas en una bolsa o recipiente sellado es una pésima idea, ya que la fruta no tiene la capacidad de respirar y atrapará demasiada humedad.