Aunque parezcan perogrulladas, numerosas ideas en el mundo alimenticio resultan erróneas. Estas, compartidas y repetidas hasta la saciedad, no favorecen el bienestar físico y pueden incluso suponer un peligro si se aplican a rajatabla.
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¿Cuáles son los mitos más persistentes? Varios expertos nos explican porque son falsos y sobre todo, cómo luchar contra ellos.
Los mitos recurrentes
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El pan engorda y la pasta también: "El pan es uno de los alimentos más demonizados cuando se habla de dietas adelgazantes. Sin embargo, no tiene sentido eliminarlo de los menús diarios, aunque es recomendable ajustar la cantidad según nuestras necesidades, es decir, si somos personas activas o sedentarias, por ejemplo. Además, si elegimos un pan cuyo porcentaje de harina integral sea elevado, superior a un 80%, será una opción más saludable que nos saciará más y tendrá mayor valor nutricional", aseguran los expertos de Sanitas.
"Por su parte, la pasta por si sola tampoco engorda. El problema es cuando a la pasta la acompañamos de mucho queso, carnes, beicon, salsas y otros ingredientes que sí que nos hace aumentar el número de calorías del plato. En cualquier caso, es mejor elegir pasta integral y acompañarla de verduras, hortalizas (por ejemplo en ensalada) y añadir fuentes proteicas saludables", explican los expertos de Nutritienda. -
El orden de ingestión de los alimentos no importa: "El orden en el que ingerimos los alimentos afecta a la respuesta metabólica y la glucosa en sangre. Empieza siempre por las verduras, una buena ensalada de verdura fresca como primer plato siempre es una buena opción. Continúa con la parte proteica de la comida y, por último, el hidrato de carbono (arroz, patata, quinoa, legumbres.).. Si sigues este orden, la fibra y las proteínas harán que el pico de glucosa provocado por los hidratos de carbono sea más estable. Mantener la glucosa estable a lo largo del día hará que controles más el hambre", aseguran desde Enea clinic.
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Comer con sal aumenta de peso: "El mito de que comer con sal engorda no es correcto. La sal en sí misma no contiene calorías, por lo que no puede contribuir directamente al aumento de peso. Sin embargo, su consumo excesivo puede llevar a la retención de líquidos y causar una hinchazón que se puede eliminar con una hidratación adecuada y reduciendo su consumo. En cualquier caso, es importante mantener un equilibrio adecuado de sodio en la dieta, ya que un consumo excesivo de sal puede tener efectos negativos en la salud cardiovascular", explican desde Nutritienda.
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Para adelgazar hay que eliminar los carbohidratos: "Uno de los mitos más extendidos, aunque sin fundamento, es que los carbohidratos son los principales responsables del aumento de peso. Lo cierto es que son una fuente importante de energía para nuestro cuerpo y pueden formar parte de una dieta equilibrada. Lo que realmente importa es el tipo de carbohidrato que se consume. Optar por carbohidratos complejos como granos enteros, frutas y verduras, en lugar de carbohidratos refinados, como azúcares y harinas procesadas, contribuye a una alimentación saludable y a mantener un peso adecuado", subrayan desde Nutritienda.
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Saltase comidas ayuda a perder peso: "Muchas personas creen erróneamente que saltarse comidas, especialmente el desayuno, es una estrategia efectiva para perder peso. Sin embargo, es contraproducente, ya que puede desencadenar atracones posteriores, lo que se traducirá en un consumo excesivo de calorías, así como una mala relación con la comida. En lugar de saltarse comidas, es mejor optar por alimentos saludables y controlar las porciones que se van a ingerir", afirman desde Nutritienda.
- Toca comer cinco veces al día: "Come cuando tengas hambre y escucha a tu cuerpo. Se ha demostrado que cuantas más ingestas hacemos al día, en general, más calorías consumimos. Tres ingestas deberían ser suficientes para la mayoría de la población (desayuno, comida y cena), y si fuera necesario hacer un snack entre horas, recurre siempre a opciones ligeras, como una pieza de fruta, un puñado de frutos secos, un yogur, queso fresco o unos crudités de verduras", recomiendan desde Enea clínica.
- Los alimentos integrales ayudan a adelgazar: "Muchas veces se tiende a escoger alimentos integrales por creer que tienen menos calorías y esto no es cierto. De hecho, la mayoría de las veces tienen las mismas e incluso más que su versión blanca (refinada). La composición de los productos integrales es la misma, lo que cambia es la cantidad de fibra que contiene y que supone, sin duda, un beneficio para la salud intestinal y general", explican los expertos de Sanitas.
- Las proteínas no son indispensables: "Al menos 1/4 del plato debería estar compuesto por proteínas de alto valor biológico (carne, pescado, huevos, lácteos, legumbres...). Además, son importantes para el mantenimiento de la masa muscular y multitud de procesos metabólicos. Al igual que la fibra, aumentan la saciedad por más tiempo", comentan desde Enea clínica.
- Beber agua en las comidas perjudica la digestión: "Esta afirmación es infundada. Pese a lo que algunas personas apuntan, consumir agua durante las comidas no diluye significativamente los jugos gástricos necesarios para la digestión. De hecho, se puede beber agua tanto en la comida como en la cena. Además, hacerlo en cualquier otro momento del día ayudará a tener una correcta hidratación", afirman desde Nutritienda.
- La fruta después de la comida empeora la digestión: "No hay un mejor o peor momento del día para tomar fruta. Lo cierto es que puede consumirse en cualquier momento, aunque elegirla a modo de postre o snack es lo más habitual. Además de ser un alimento rico en vitaminas y minerales, la fruta contribuye a la salud intestinal y estomacal, aportando fibra, agua y nutrientes", afirman desde Sanitas.