En el mundo actual, la información está al alcance de nuestros dedos en todo momento. Desde recetas de cocina hasta consejos de jardinería, internet es una fuente inagotable de conocimiento. Sin embargo, en el ámbito de la salud, esta facilidad de acceso a la información puede convertirse en una espada de doble filo, dando lugar al fenómeno de la cibercondría.
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La cibercondría se define como la tendencia de las personas a buscar información médica de forma online de manera excesiva y preocupante, a partir de síntomas o problemas de salud menores. Quienes lo experimentan tienen a utilizar internet para investigar enfermedades o tratamientos, llegando a conclusiones alarmantes en función de la información que encuentran.
Esta preocupación constante por la salud puede tener un impacto significativo en la salud mental, causando ansiedad y estrés. Y es que, según el último estudio de Aegon, en 2023 más del 52% de los españoles encuestados admitieron utilizar la red para el autodiagnóstico. Cifra que en los jóvenes de 18 a 25 años sube hasta el 70,6%, lo que refleja la creciente dependencia de la información online.
Cuáles son los síntomas
Una de las características distintivas de la cibercondría es el autodiagnóstico. Las personas tienden a asumir que padecen enfermedades graves o poco comunes basándose en la información que encuentran en internet, incluso cuando no hay evidencia médica sólida que respalde tales conclusiones. Esto puede llevar a un ciclo de miedo y ansiedad, lo que hace que las personas indaguen en Internet para confirmar sus temores de salud.
Esta causa también puede llevar al rechazo de los médicos. A pesar de la preocupación constante, algunas personas desarrollan un temor paralizante a confirmar sus peores pesadillas, o simplemente desconfían de la opinión de los profesionales. Esto se traduce en una falta de atención médica adecuada y un retraso en el diagnóstico de problemas reales.
Cómo se puede tratar
Este trastorno psicológico, también puede tener consecuencia en las relaciones personales, el trabajo y el bienestar general de la persona, lo que puede hacerle sentirse atrapado en un ciclo de ansiedad y búsqueda de información. Pero, a partir del tratamiento adecuado, puede manejarse de manera efectiva.
A través de la terapia cognitivo-conductual se puede ayudar a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos que contribuyen a la ansiedad y a la preocupación por la salud. También puede ayudar a desarrollar una comprensión más realista de su salud y a reducir la búsqueda excesiva de la información médica.
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Otra opción es el tratamiento de exposición y prevención de respuesta, en el que se aprende a resistir a la compulsión de buscar información en exceso. Esto, añadido con terapia, mindfulness y otras técnicas de relajación, puede ayudar a las personas a reducir la ansiedad y el estrés asociado a este trastorno.
El apoyo de amigos y familiares también puede ser esencial para disminuir la soledad asociada a la cibercondría. Además, la educación sobre la salud y la fiabilidad de las fuentes online desempeña un papel crucial en el tratamiento de este problema. Por ese motivo, es importante aprender a evaluar críticamente la calidad de la información.
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La cibercondría no deja de ser un recordatorio de la importancia sobre cómo utilizar la información online de manera responsable y equilibrada. Internet puede ser una herramienta valiosa para obtener información sobre la salud, pero no debe reemplazar la orientación y el diagnóstico de profesionales médicos capacitados.