¿Problemas para secar la ropa cuando llueve? Así lo lograrás en tiempo récord y sin dejar olor a humedad

La borrasca Aline, que este jueves tiene en riesgo de fuertes lluvias a casi toda España, confirma que el otoño ha llegado definitivamente para quedarse. A partir de octubre, el clima se convierte en una verdadera incógnita y, con ella, nosotros también acabamos adoptando el papel de adivinos a la hora de deducir cuál será el momento adecuado para poner lavadoras. 

[Estos son los trucos con los que podrás eliminar las arrugas de la ropa sin tener que usar la plancha]

Dentro de la geografía española, hay regiones que disfrutan de un año prácticamente libre de lluvias, mientras que en otras los chubascos forman parte de la normalidad de cada invierno. En cualquiera de los casos, la colada sigue siendo una tarea que forma parte del día a día, y si hay algo que en todos los hogares quiere evitarse es acabar llevando ropa impregnada del olor a humedad. 

La lluvia nos obliga a tender dentro de casa, a menudo en espacios cerrados en los que es más fácil que las prendas acaben adquiriendo ese indeseado efecto. Sin embargo, hay un sencillo truco que evita este problema y que, precisamente por su sencillez, ha conseguido hacerse viral en redes.

Lo muestra la divulgadora Sabrina Nazari desde la cuenta de @remediosencasa en TikTok, y para ponerlo en marcha solo hace falta contar con un tendedero de interior. El secreto para que la ropa se seque bien en estas ocasiones está en colocar la ropa de forma vertical, es decir, de arriba abajo en lugar de hacerlo de lado, como solemos tenderla habitualmente.

De esta forma, la cantidad de ropa que se incluye en el tendedero se multiplica, al tiempo que se deja más espacio entre las prendas al evitar doblarlas por la mitad. Con este tip cumplimos un doble objetivo que permite secar la ropa más fácilmente y aprovechando el espacio en el hogar, algo especialmente útil para quienes viven en apartamentos pequeños. 

Otros tips anti-lluvia

Además de esta, hay otras soluciones que pueden ayudarnos en la tarea de secar la ropa rápidamente pese a las limitaciones de los interiores. Lo primero que se recomienda es no caer en el error de sobrecargar la lavadora. Si lo hacemos, la ropa saldrá menos limpia y más mojada, lo que ralentizará aún más el proceso de secado. 

En este sentido, el centrifugado puede ser un gran aliado. Si el objetivo es tener las prendas secas cuanto antes, dejando a un lado las arrugas, lo mejor es seleccionar programas largos que nos ayudarán a reducir los tiempos de secado. 

Otra opción para reducir la humedad es recurrir a las dryer balls. Son unas bolas, generalmente de plástico o de lana —aunque hay quien incluso se aventura a sustituirlas por pelotas de tenis—que reducen el tiempo de secado, quitan las arrugas y suavizan la ropa.

Estas absorben una gran cantidad del agua del lavado, haciendo que las prendas salgan con menos humedad. Pueden encontrarse en supermercados y en Internet, aunque también es posible hacerlas uno mismo utilizando un ovillo de lana y una media con la que recubrirlo. 

También importa el tipo de tendedero que se escoge. Lo ideal es que este cuente con alas plegables y que su tamaño sea suficiente para dejar espacio entre las prendas. También existen tendederos eléctricos que incluyen cables calefactores y que, aunque son más costosos que uno convencional, permiten que la ropa esté seca en apenas un par de horas. Si no, siempre está la opción de colocarla cerca de calefactores (nunca encima).

Otras recomendaciones a la hora de tender pasan por utilizar perchas grandes para las prendas de mayor volumen. Si lo que queremos es secar camisas, pantalones o chaquetas, lo mejor es hacerlo con perchas. Así lograremos aumentar la superficie de secado, y, sobre todo, evitaremos que aparezcan arrugas.