El típico ingrediente de la cocina china poco consumido en España que combate la inflamación

Una nueva investigación realizada por investigadores de la Universidad de Colorado ha revelado el papel potencialmente importante que pueden desempeñar el jengibre en el control de la inflamación en personas que padecen enfermedades autoinmunes. El estudio, publicado la semana pasada en la revista científica JCI Insight, significa un paso adelante para establecer una nueva evidencia de que los suplementos de esta raíz pueden ser eficaces en sus propiedades antiinflamatorias. 

Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron el impacto de estos suplementos a través de un tipo de glóbulo blanco llamado neutrófilo. En concreto, el estudio estuvo especialmente centrado en la formación de las trampas extracelulares de neutrófilos (NET) y lo que esto puede significar para controlar la inflamación. 

Al final, encontraron que el consumo de jengibre por parte de personas sanas hace que sus neutrófilos sean más resistentes a la NET. “Hay muchas enfermedades en las que los neutrófilos son anormalmente hiperactivos”, explicó a EurekAlert! la coautora del estudio Kristen Demoruelle, profesora asociada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado. 

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Y añade: “Descubrimos que el jengibre puede ayudar a frenar la NET, y esto es importante porque es un suplemento natural que puede ser útil para tratar la inflamación y los síntomas de personas con varias enfermedades autoinmunes diferentes”. Entre esas afecciones se encontrarían el lupus, el síndrome antifosfolípido o la artritis reumatoide.

En un ensayo clínico, los investigadores descubrieron que la ingesta diaria de un suplemento de jengibre durante siete días (20 mg de gingeroles/día) por parte de voluntarios sanos estimulaba una sustancia química dentro de los neutrófilos llamada cAMP. Estos altos niveles inhibieron la NET en respuesta a diversos estímulos relevantes para la enfermedad.

"Nuestra investigación, por primera vez, proporciona evidencia del mecanismo biológico que subyace a las aparentes propiedades antiinflamatorias del jengibre en las personas", indicó el coautor principal del estudio Jason Knight, profesor asociado de la División de Reumatología de la Universidad de Michigan.

Los beneficios del jengibre

La investigación de Demoruelle y Knight es el último estudio que viene a confirmar las propiedades antiinflamatorias de este alimento. De hecho, el jengibre se utiliza desde hace muchos siglos de diversas maneras en la medicina tradicional y alternativa. Por nombrar algunas, se usa para facilitar la digestión, reducir las náuseas o para combatir la gripe y el resfriado común. 

La fragancia y el sabor único del jengibre procede de sus aceites naturales, de los cuales el más importante es el gingerol, principal compuesto bioactivo de esta planta y responsable de muchas de sus propiedades medicinales. Precisamente, la evidencia científica respalda las propiedades beneficiosas del jengibre, incluidas sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. 

Una revisión científica reciente publicada en Molecules señaló que ciertos componentes presentes en el jengibre son eficaces frente a varias enfermedades inflamatorias como artritis reumatoide, el lupus o incluso la psoriasis. Asimismo, algunos estudios muestran que el jengibre podría ser útil como protección frente al cáncer, especialmente en las primeras etapas. Por ejemplo, podría ser capaz de reducir los síntomas de tratamientos agresivos como la quimioterapia. 

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Aun así, para los autores de la revisión, “es necesario seguir investigando las acciones antiinflamatorias del jengibre para conocer mejor sus efectos y posibles sinergias con los medicamentos comercializados”. Y es que estos suplementos naturales de jengibre pueden ser útiles, pero en muchas ocasiones se desconoce el impacto preciso sobre la enfermedad. 

En el caso del estudio de la Universidad de Colorado, señaló Knight a EurekAlert!, se descubrió que no había muchos suplementos naturales, ni medicamentos recetados, que se sepa que combaten los neutrófilos hiperactivos. “Por lo tanto, creemos que el jengibre puede tener una capacidad real para complementar los programas de tratamiento que ya están en marcha”, explicó el profesor.

Cómo consumir el jengibre 

Incluir este alimento en nuestras dietas es más sencillo de lo que parece. Por ejemplo, podemos consumirlo en infusión. Tan sólo hay que hervir un par de rodajas de jengibre en un cazo de agua unos 15 minutos y después mezclarlo con un poco de limón y miel al gusto. 

También es posible incorporarlo a los platos que cocinamos cada día. Los chinos, por ejemplo, lo utilizan para esconder aromas y sabores más fuertes como el que pueda tener la carne de cordero o algunos mariscos. Existen miles de recetas que puedes preparar: huevos al curry, salmón marinado al horno, puré de zanahoria y jengibre, arroz con jengibre y frutos secos…

Finalmente, una forma más fácil de consumir jengibre es a través de cápsulas o los famosos shots que están tan de moda en la actualidad. A través de estos formatos compactos, podremos reforzar nuestro sistema inmunitario y combatir la sensación de mareo o náuseas. En todo caso, al ser concentrados, es importante siempre seguir las instrucciones del fabricante para saber cuál es la dosis diaria recomendada.