La vuelta al cole no solo implica nuevas emociones en los más pequeños, lloros o alegrías por la nueva rutina, también supone posibles riesgos en su salud debido a la exposición a ciertos gérmenes y bacterias.
[Cómo conseguir que los más peques adopten hábitos saludables con la vuelta al cole]
Uno de los mayores temores cuando eres madre o padre es dejar a tu hijo en el cole, ya sea porque es la primera vez que vas a separarte de él tanto tiempo o porque no sabes como va a incluirse con los demás. Muchas veces estos temores van más allá de lo sentimental y pasan a ser preocupaciones por la salud.
Hasta que no cumplen 7 u 8 años, es normal que los niños pasen de un virus a otro, ya que su sistema inmunológico va desarrollándose según van creciendo. Con la vuelta al cole, los más pequeños vuelven a relacionarse y si uno tiene un resfriado es posible que al día siguiente lo tengan todos.
No siempre es posible mantener a tu hijo protegido y a salvo de los virus que pueda contraer, pero sí se pueden llevar a cabo medidas preventivas para fortalecer su sistema inmunitario y así reducir considerablemente el número de enfermedades futuras.
Evita el uso innecesario de antibióticos
Es totalmente entendible que cuando el más pequeño de la casa siente malestar, tendamos a recurrir a pastillas o diferentes fármacos, pero evitarlos siempre que se pueda ayudará a que su sistema inmunológico se refuerce.
El uso de antibióticos innecesarios afecta a la flora intestinal y está relacionado con un mayor riesgo de patologías autoinmunes. El abuso de estos fármacos puede provocar el desarrollo de diferentes bacterias resistentes, es decir, bacterias que se vuelven resistentes a los antibióticos.
Es fundamental dar estos fármacos a nuestros hijos cuando un médico o un experto lo determine.
Fomenta las actividades al aire libre
El sol es una de las principales fuentes de Vitamina D y una de las más fáciles de obtener. Es importante que los niños salgan para pasar tiempo en la calle y que les dé la luz del sol, así podremos satisfacer gran parte de sus vitaminas por simple exposición al mismo.
Los niveles bajos de esta vitamina están relacionados en muchos casos con algunas enfermedades autoinmunes e incluso con algunos trastornos inflamatorios intestinales.
Además, estaremos fomentando que realicen actividades físicas, cuando ellos se mueven y juegan, el sistema inmune se pone en forma y ayuda a mantener la resistencia en sus cuerpos. Ir en bicicleta, nadar o correr puede ayudarnos a todos a mantener fuertes las defensas frente a infecciones.
Horario de sueño
La falta de sueño nos perjudica a todos y en todo. La mayoría de los niños necesitan entre 10 y 14 horas de sueño diario ininterrumpido, si se respeta ese horario conseguirán descansar mejor por las noches y afrontar el día con mucha más energía.
Durante el sueño se produce el proceso de activación inmune, así como un aporte de energía y cambio de endocrinos, esto contribuirá al normal funcionamiento del sistema inmunológico y a que este tenga mayor respuesta ante los posibles ataques.
Aceites esenciales
Los aceites esenciales tienen variedad de beneficios y uno de ellos es este, mejorar el sistema inmunológico. Estos avivan la producción anticuerpos, quienes identifican y neutralizan los antígenos.
Los aceites esenciales se obtienen de plantas aromáticas a través de la destilación al vapor de agua, este proceso conocido como aromaterapia se utiliza en muchas ocasiones para tratar y prevenir enfermedades a través de varias vías de administración como tópica, inhalación u oral.
Las opciones más fáciles de encontrar son algunas como el eucalipto o el orégano, que tienen propiedades para evitar las bacterias. Puedes usarlos en los difusores de aceites esenciales, dejándolos difundir en la casa o habitación, para sanear la atmosfera y evitar contagios.
Ventilar los lugares
Respirar aire limpio es fundamental para dejar de lado a virus y bacterias y evitar que las mismas se queden en el ambiente. Los humidificadores, así como los difusores de aceite anteriormente nombrados, siempre son una buena solución, y también pueden beneficiar otros ámbitos de la salud.
Vacunación
Por último, y la más obvia, vacunar a nuestros hijos es muy importante para su salud. Las enfermedades más graves se previenen con vacunas si no quieres que la misma derive en una mucho más grave.