Cuando, por una maniobra arriesgada, terminamos abollando el parachoques o la chapa del coche, no queda más remedio que realizar una visita al taller o adquirir un kit —o un extractor— de abolladuras. ¿O sí que la hay? En lugar de gastarte decenas de euros en arreglar un bollo que apenas se nota, puedes optar por hacerlo tú mismo. Hay muchas formas de quitar una pequeña abolladura sin estropear la pintura, y se puede hacer con cosas que tienes por casa.
[El truco mágico para quitar los arañazos del coche con un producto que todos tenemos en casa]
Pero no todos estos trucos funcionan: su eficacia dependerá de dónde se encuentre y del material del que esté hecha la carrocería. En aluminio, por ejemplo, eliminar las abolladuras sin emplear pintura es muy difícil. En plástico es mucho más sencillo.
Antes de ponerse manos a la obra, es vital medir la magnitud de la abolladura. Comprueba que no tenga más de cinco metros de diámetro y que sea poco profunda. Si la marca está en una curva de la carrocería, es recomendable llevarlo al taller. Ahora es el momento de elegir el truco más conveniente.
1. Desatasca el bollo
El desatascador no solamente sirve para liberar a las tuberías de cualquier objeto que interrumpa la circulación, sino que también se puede utilizar para desatascar abolladuras pequeñas.
Rocía el desatascador con agua, empuja y tira hasta que salga. Y asegúrate de que lo haces con un desatascador de taza y no de brida. Esto funciona bien en puertas o paneles laterales, ya que se crea succión para levantar la abolladura y sacarla.
2. Agua hirviendo
En el caso de los parachoques de plástico, aunque intentes quitar el parachoques, puede resultar difícil sacar la abolladura debido a la rigidez del plástico. Soluciona este problema hirviendo un poco de agua en una olla y echándola sobre la abolladura.
Inmediatamente después de que hayas echado el agua, mete la mano por detrás del parachoques e intenta volver a colocar la abolladura con un golpe seco y rápido. Gracias al calor del agua, el plástico debería estar un poco más flexible, por lo que será más fácil volver a colocarlo en su sitio.
3. El método combinado
Para conseguir el doble de eficacia, puedes optar por utilizar los dos trucos a la vez. El agua hirviendo hará que la superficie abollada sea más maleable y será más fácil quitar la abolladura con el desatascador.
4. Un secador de pelo y aire comprimido
El secador de pelo, como el desatascador, es un objeto que puede servir para muchas cosas. El calor que proporciona y el efecto del aire comprimido pueden acabar de manera efectiva con las abolladuras.
Para poner en práctica este truco hay que empezar calentando la abolladura del coche con el secador a su máxima temperatura. Esto hará que el plástico se expanda. Y en cuanto esté lo suficientemente caliente, utiliza un spray de aire comprimido en posición invertida y espera. En unos pocos segundos se corregirá la abolladura sin dañar la pintura.
5. Hielo seco
El hielo seco es otro invento mágico: se puede utilizar para fijar metal, para eliminar baldosas del suelo y para eliminar las verrugas. Y también para allanar las abolladuras del coche. Para manipularlo, es indispensable ponerse guantes.
Sujeta el hielo seco sobre la abolladura y frótala hasta que oigas que la abolladura se corrige. La paciencia es muy necesaria en este método, ya que puede que no consigas hacerlo a la primera.