2022 será un año para recordar en el mundo del videojuego si es que se cumplen todas las previsiones y ninguno de los grandes juegos que nos esperan se tiene que retrasar a 2023. Los 12 meses que están por venir verán la llegada de algunos grandes juegos para la ya muy consolidada Nintendo Switch y los primeros grandes juegos -con permiso de los flamantes Forza Horizon 5 y Halo Infinite- de esta nueva generación de consolas que representan Xbox Series y PlayStation 5.
En el caso de la consola de Nintendo, que no tiene sucesora a la vista y va camino de convertirse en una de las más vendidas de todos los tiempos, este año llegará un nuevo juego de Zelda, el título con el que se estrenó en la consola y que se ha convertido en uno de los más influyentes de los últimos años. Switch también recibirá nuevas entregas de juegos como Bayonetta o Splatoon, y quizás, quién sabe, si un nuevo juego de Mario.
Nintendo no ha tenido problemas de suministro para su máquina, que ha seguido arrasando mes tras mes en las listas de ventas, pero 2021 fue un año con escasos lanzamientos, quizás por retrasos provocados por la pandemia de Covid-19.
Para PS5 y Xbox Series X/S, las consolas lanzadas en 2020, verán grandes lanzamientos casi desde el mismo mes de enero: tanto juegos para todas las plataformas -incluido el PC- como Elden Ring, Dying Light 2, A Plague Tale: Requiem o Gotham Knights, hasta otros exclusivos como Starfield o STALKER 2 en el caso de la familia Microsoft y God of War Ragnarok, Gran Turismo 7 o Horizon: Forbidden West en el de las consolas de Sony.
Hardware suficiente
Sobre todo, el gran desafío del sector del videojuego será lograr fabricar el hardware suficiente para satisfacer la demanda, y al mismo tiempo seguir explorando modelos de negocio innovadores que están resultando cada vez más exitosos.
Microsoft ya ha demostrado su audacia con Game Pass, que suma ya alrededor de 30 millones de suscriptores, y Sony está tomando buena nota de ello para subir el nivel de oferta de juegos de PlayStation Plus. Al mismo tiempo, ambas compañías cuentan con un servicio de juego en streaming (xCloud y PS Now, respectivamente), que todavía no ha logrado calar entre los jugadores, pero que pueden convertirse en la piedra filosofal para solucionar la falta de suministro de consolas: no las necesitan.
Si las expectativas se cumplen 2022 puede convertirse en un año para recordar en cuanto a calidad y ambición de los juegos, y quién sabe si puede ser también un antes y un después en la adopción de estos servicios de juego sin necesidad de hardware.
Encontrar una consola PS5 o Xbox Series X va a seguir siendo difícil durante al menos la primera mitad del año, y habrá quien piense que, a falta de pan, buenas son tortas.