Ubisoft lleva varios años instalándose entre los lugares más privilegiados de la industria, fruto de un camino repleto de un trabajo traducido en títulos como Assassin’s Creed, Watch Dogs, Rayman o The Division, entre muchos otros. La compañía francesa es una de las mejor valoradas a nivel global en el sector, obteniendo sus propios espacios exclusivos en grandes eventos del mundo de los videojuegos como las ferias E3 o la Gamescom. Algo que se prolonga en las cifras, consolidándose como uno de los estudios más estables y que más ganancias generan en los últimos años.

El presente 2016, concretamente, está siendo un año de dulce en lo económico para Ubisoft. Según los resultados del último estudio de mercado del NPD Group en Norteamérica y Australia, así como en el informe de GfK en Europa, la editora gala es número uno en ventas en los nueve meses que han transcurrido de año. De este modo, ha conseguido cerrar el mes de agosto como la compañía más recaudadora por sexto mes consecutivo, algo que hace presagiar que mantenga el liderazgo a final del curso, con lanzamientos como Watch Dogs 2 o Just Dance 2017. No obstante, no todo es color de rosa en la casa de Ubisoft, ya que se enfrentan a una de las mayores amenazas de su historia.

Esa amenaza tiene nombre propio: Vivendi. El grupo, también de origen francés, se ha convertido en la peor pesadilla de Ubisoft en los últimos meses, transformándose en un tiburón sediento de sangre que puede acabar con la compañía tal y como se conoce hoy en día en la industria del videojuego. Una amenaza que tiene su desencadenante a principios del presente año, cuando el grupo se hizo con el 20% de las acciones del estudio de videojuegos a causa de la caída en bolsa de Ubisoft por las malas críticas de lanzamientos en los ejercicios de aquel tiempo. Con ello, Yves Guillemot, presidente de la compañía, teme que en la reunión de accionistas que se realizará el próximo 29 de septiembre, Vivendi trate de realizar una compra hostil.

De este modo nace un grito a la desesperada por defender la existencia de Ubisoft y mantener en el mercado a una de las compañías referentes del momento tal y como se la conoce, un grito que llega bajo la campaña #WeAreUbisoft. De este modo, Ubisoft busca nuevos inversores a largo plazo para contrarrestar la más que posible adquisición de un gran paquete accionarial por parte de Vivendi. Con esta campaña, la compañía recuerda quiénes son y lo que han logrado a lo largo de 30 años de existencia a base de su forma de trabajar. Así, destacan que sus 10.000 empleados provienen de 94 países distintos y se reparten en 32 estudios por todo el mundo, formando una gran familia en el sector.

“We Are Ubisoft” nace como una llamada a la supervivencia bajo el amparo de la historia y con el referente anteriormente mencionado del fruto del esfuerzo que ha llevado a Ubisoft a ser líder de ventas en el último semestre. Guillemot se ha mostrado tajante en todo momento al respecto, asegurando que “Vivendi se ha labrado una reputación por tomar el control de muchas empresas. Ellos quieren hacer lo mismo con nosotros. Nos defenderemos porque esto irá en beneficio de sus propios accionistas en lugar de para todos los accionistas. El asegurarse de que no tengan miembros en la junta directiva es una decisión que recae en los accionistas”. Una idea que se ha instaurado en la mente de todos los trabajadores de la compañía, que ya trabajan unidos para que todo siga su curso hasta el momento.

La compra de Ubisoft por parte de Vivendi podría suponer una forma distinta de hacer las cosas que desarrolladores y empresas que trabajan actualmente con la compañía francesa, no quieran aceptar, lo que a su vez podría originar que dejáramos de disfrutar de nuevas entregas de Assassin’s Creed, Rainbow Six, Rayman, South Park o nuevas licencias como For Honor, que llegará el próximo mes de febrero de 2017 o Ghost Recond: Wildlands. Por parte de Ubisoft España, con quienes hemos hablado, la situación se afronta con firmeza y la confianza que da el trabajo bien hecho. Habrá que ver en qué termina esta situación, pero está claro que no van a dejar de pelear con todas sus armas para continuar manteniendo su independencia y continuar tomando sus decisiones con libertad.

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