El género shooter es uno de los más explotados en el mundo de los videojuegos. Son muchas las franquicias que se enzarzan en una pelea muy disputada por hacerse con el favor del público y alzarse como el videojuego estrella de esta vertiente. Varias compañías apuestan por ofrecer un golpe de efecto en torno a lo que se conoce al respecto. Más allá de lo que supone pegar tiros y un tinte de espectacularidad con explosiones, frenetismo y acción, los juegos de disparos tratan de ofrecer algo más completo, acercándose a un sector más extenso. Battleblorn es uno de estos juegos que pretender revolucionar el género reinventándolo mezclando técnicas conocidas de títulos como Call of Duty o League of Legends.
La propuesta llega el 3 de mayo desde el estudio Gearbox Software, conocido por la franquicia Borderlands. Viendo lo que es capaz de ofrecer Battleborn, es innegable que ha bebido de manera directa del título predecesor desarrollado por el estudio, pero lejos de convertirse en un calco, adquiere sus mejores características y las traslada a un entorno más completo, desenfadado y divertido a grandes rasgos.
La estética es lo que más llama la atención en primera instancia. Su estilo caricaturesco y de animación invita a pensar que no se trata de un videojuego de disparos al uso, sino que propone un escenario alternativo. Y esa sensación es algo que acompaña a todo su estilo, afianzándose con un multijugador arriesgado y llamativo, que invita a los usuarios a crear clanes para hacer frente al propio juego, ya que la dificultad aumenta dependiendo del número de jugadores que afronte la aventura en una gran amplitud de modos con diferentes prestaciones.
Destaca la cooperación frente al juego en solitario, aunque no se abandona en absoluto, ya que el modo campaña se realiza a través de misiones individuales para que pueda ser disfrutado de todos los modos posibles. Aunque, incluso en esta vertiente, también se permite la inclusión de hasta cinco jugadores.
Battleborn consigue reunir elementos de diversos géneros, entre los que destacan el rol y el MOBA (videojuegos multijugador en línea). Gearbox ya demostró su capacidad para unir piezas dispares y conjuntarlas en un campo de batalla con un resultado de lo más llamativo con la mencionada franquicia Borderlands. Con esta nueva franquicia se consigue dar un paso más allá, aumentando sus prestaciones. La saga de Pandora cuenta con cuatro personajes protagonistas y una jugabilidad similar, mientras que en Battleborn los protagonistas pasan a ser la friolera cifra de 25, y su manejo es diferente, con sus propias características y habilidades, que los hace únicos y aporta un tinte estratégico a la hora de hacer frente a los retos que propone el videojuego.
El humor y el tono desenfadado también son piezas clave que definen el carácter de esta nueva apuesta. Se puede disfrutar de acción a raudales con una sonrisa en la cara, rompiendo la tensión propia de los característicos juegos de disparos. Un simple detalle que aporta diversión y empatía con los jugadores más jóvenes, ampliando su abanico de público jugable. Una propuesta con ganas de aportar grandes dosis de cachondeo entre disparo y disparo, un toque de lo más común en el estudio del que nace.
Está claro que para lanzarse a por Battleborn hay que ser consciente de que su línea se decanta por una apuesta arriesgada, en la que se persigue revolucionar uno de los géneros más longevos en el mundo de los videojuegos. Conseguir destacar entre otras franquicias de renombre es un reto de lo más osado, pero conjugar las grandes cualidades de juegos de un alto calibre, salvando las distancias, parece abocado a resultar un caballo ganador. La guerra de la diversión ya está en marcha.