Mejores espacios naturales de España para hacer excursiones en otoño

Será en estos lugares donde se pueda contemplar las escenas más famosas del otoño: árboles a punto de perder sus hojas, con colores amarillos, ocres y marrones y los suelos repletos de ellas.

Aunque en el territorio de la península Ibérica se encuentra un gran número de parajes fantásticos para disfrutar de la belleza del otoño, ya se ha hecho una selección de escenarios más desatados de nuestro país para ello. A continuación, se detalla algunos de los lugares más sorprendentes del otoño peninsular, en comunidades como Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha.

Parque Nacional de Doñana, Huelva

Uno de los parques por excelencia de Andalucía y, por ende, de España, es indudablemente el Parque Nacional de Doñana. Y lo es por ser uno de los más destacados para el avistamiento de aves. En otoño y las lluvias que llegan atraen a miles de flamencos y cigüeñas, así como otro tipo de aves, lo que crea un escenario impresionante para contemplar. Diversas actividades de senderismo, rutas en 4x4, avistamiento de aves y otras variedades se ofrecen en este parque, siendo así una perfecta opción para todos los gustos.

Sierra de las Nieves, Málaga

Este espacio incluido entre las Reservas de la Biosfera está considerado como un paraíso para los amantes de la micología, ya que es uno de los mejores lugares de Andalucía para recoger setas. Monumentos naturales, rincones con un encanto especial y vertiginosas gargantas serán los protagonistas de las rutas que se ofrecen por esta sierra. Entre las especies vegetales que se encuentran están alcornoques, encinas, pinos, pinsapos y castaños.

Sierra de Grazalema, Cádiz

Este parque natural se encuentra a caballo entre Cádiz y Málaga, a pocos kilómetros de las playas y los pueblos blancos que durante el verano atraen a un gran número de turistas. En Grazalema se encuentra un bosque muy especial, único en el mundo gracias a la especie de abetos llamados pinsapos que solo se encuentran aquí, en la sierra de Ronda, en algunas partes de Rusia y al norte de Marruecos.

Entre los escenarios que se pueden recorrer a través de las diferentes rutas senderistas destacan saltos de agua y macizos. Entre estas dos provincias andaluzas también se encuentra el Parque Natural de Los Alcornocales, la mayor masa conservada y productiva de alcornocal de la península, que posee una gran riqueza de flora y fauna.

Valle de Ambroz, Cáceres

En la zona norte de Extremadura, el Valle de Ambroz destaca por sus inmensas montañas y la abundancia del agua. Cada otoño atrae a un gran número de amantes del senderismo, quienes pueden disfrutar de hermosos paisajes, una arquitectura antigua y una buena gastronomía. Hervás, la capital de la comarca, es el pueblo más visitado de la zona.

Hayedo de Tejera Negra, Guadalajara, Catilla-La Mancha

Este hayedo es el que más al sur se sitúa en Europa. Sus colores, el musgo, el silencio que se respira y el crepitar de las hojas al ser pisadas crearán un escenario de cuento. Como cualquier otro paraje parecido, una de las mejores épocas para visitarlo es en otoño por la paleta de colores que se presenta tanto en el suelo como en las copas de los árboles.

Sierra del Segura, Albacete, Castilla-La Mancha

Al suroeste de la provincia de Albacete, surcada por varios valles estrechos y cañones profundos, la Sierra del Segura se transforma en otoño. Destaca la zona más cercana a Jaén, pero son muchas las rutas que se ofrecen por toda la sierra.

Los Chorros del Río Mundo y los miradores de Liétor son algunos de los destinos más populares. Muy cercana a ésta está la Sierra de Cazorla, ya en Jaén, donde se puede disfrutar de una de las zonas más destacadas de la provincia para disfrutar del otoño gracias a sus paredes rocosas, sus profundos valles y los frondosos bosques volados por águilas reales y buitres leonados.

Hoces del Júcar, Albacete y Cuenca

El transcurso del río Júcar ofrece bellos escenarios, con barrancos y crestas calcáceas. La Hoz del Júcar es una de las zonas más destacas de este desfiladero. Además, también se puede visitar el pueblo de Alcalá del Júcar, entre otros, donde sorprenden sus casas enjalbegadas y las alamedas que en otoño se caracterizan por la amplia paleta de colores que va desde el amarillo y al marrón.

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