Después de unos años marcados por las restricciones a las que obligó la pandemia, el turismo vuelve a ser uno de los principales motores económicos de España y como tal lo reflejan las estadísticas. La más obvia es la del número de visitantes que llegan a nuestro país, una cifra en continuo aumento que, pese al paréntesis obligado por la Covid-19, vuelve a situarse ya por encima de los 71 millones (datos del pasado año del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo), un número que previsiblemente se superará a término de 2023.
Se trata de una tendencia imparable y que revela tanto el buen estado de salud del sector como el potencial que tiene el país para seguir atrayendo a personas de todo el mundo. La calidad de nuestros recursos turísticos, el clima benigno o el dinamismo de nuestras ciudades, no obstante, aún ofrecen margen a todos los actores implicados para seguir creciendo. Y es que la ecuación es obvia: si viene más gente será preciso responder a esta demanda de alojamiento. Cubrir ese espacio y proporcionar a los visitantes los espacios más cómodos, mejor ubicados y que proporcionen una experiencia más placentera es, precisamente, la intención de Radisson Hoteles.
Su director de Desarrollo de Negocio para España y Portugal, Gonzalo Cámara, asumió el cargo en enero del pasado año. Desde entonces ha tenido sobre la mesa una desafiante labor para ayudar a Radisson Hotel Group a desarrollar la presencia de sus establecimientos en la Península. Es un entorno muy competitivo en un mercado maduro que presenta muchos retos, algo para que la compañía asume con sólidos argumentos. Y es que, a su trayectoria de más de 80 años en el sector, añade un dato que remarca su posición en el sector, ya que forma parte de Jin Jiang International, la segunda cadena hotelera más grande del mundo en número de habitaciones, una marca de éxito internacional que es sinónimo de calidad para sus clientes.
“España es el segundo destino más visitado a nivel global, pero, además, es el país más competitivo turísticamente del mundo gracias a su variada oferta cultural y natural, a las excepcionales infraestructuras de que dispone, a la alta calidad del transporte y la densidad hotelera”, reflexiona Cámara. Es un contexto en el que los siguientes pasos de Radisson Hotel Group de cara al futuro pasan, según el directivo, por una estrategia “valiente y de apuesta a largo plazo” en la que se buscará “potenciar el crecimiento en el segmento vacacional mientras se mantiene el ritmo de crecimiento en el segmento urbano”.
El cliente, en el centro de la estrategia
Se trata de una apuesta en la que el cliente está en el centro de la estrategia, dado que el plan de la compañía tiene en cuenta todas las características que hacen de España un destino único y que “atraen a un turista internacional cada vez más sofisticado y a la vez más exigente”, apunta. Esta evolución en la filosofía de quienes llegan al país y la respuesta del sector, caracterizado por un “excelente servicio, profesionalidad y solidez”, está siendo capaz de “atraer y consolidar nuevos mercados, tradicionalmente lejanos, que cada vez tienen mayor relevancia que los supuestamente tradicionales”, a juicio de Cámara.
En la propuesta de Radisson Hotel Group para dar respuesta a estas nuevas tendencias adquiere especial relevancia uno de los pilares que han consolidado a la compañía perteneciente al grupo Jin Jiang International como una referencia en todo el planeta: la diversificación. Eso es tan válido para explicar tanto su cobertura geográfica (tiene presencia en más de 95 países en cinco continentes) como en el tipo de cliente y sus necesidades según la ubicación concreta de cada establecimiento.
En este sentido, Cámara distingue entre lo que denomina segmento vacacional o urbano. Es el primero donde focaliza lo que debe ser el gran crecimiento de la compañía en los próximos años. El diagnóstico que hace el director de Desarrollo de Negocio para España y Portugal de la situación actual en este ámbito es que “queda todavía mucho recorrido para transformar la planta hotelera, mejorar la calidad del producto y el servicio y huir de la touroperación para apostar por una distribución más eficiente y directa”.
Un sector con margen de mejora
Destinos como las Baleares, Canarias o las costas andaluzas y de Levante son zonas en las que se concentra buena parte de los turistas internacionales que nos visitan y que provienen, en su mayor parte, de otras partes de Europa como Reino Unido (21%), Francia (14%) y Alemania (13%).
Tanto en estas zonas costeras como en las ciudades, el planteamiento de Radisson Hotel Group pasa por incorporar a su cartera “hoteles urbanos y de tipo resort, con al menos 100 habitaciones y que encajen en el segmento de categoría superior y lujo”. Y es que, aunque los destinos de sol y playa son el eje de esta estrategia de crecimiento, también hay una expectativa de ampliar su cartera no solo en las “principales capitales como Madrid y Barcelona sino en segundos destinos muy interesantes y con buenas conexiones como Valencia, Málaga, San Sebastián, etc.”, indica.
En paralelo a esta pretendida expansión también será habitual que nos familiaricemos con las distintas marcas bajo las que opera el grupo según su ubicación y el modelo de negocio. Son “Radisson Individuals, Radisson, Radisson RED, Radisson Blu y Radisson Collection, siendo esta última nuestra categoría más alta“, enumera Cámara.
Para acceder al mercado español, Radisson Hotel Group plantea diferentes fórmulas que incluyen contratos de alquiler, de gestión y de franquicia. Respecto a la primera opción, y al margen del aspecto de marca, en este ecosistema es vital para el área de negocio que los establecimientos garanticen una rentabilidad. Es algo en lo que todas las partes están de acuerdo, más aún cuando el Grupo, como explica Cámara, ofrece unas condiciones económicas a sus franquiciados “enfocadas a resultados”.
"Radisson Hotel Group da mucha tranquilidad"
En este sentido, “Radisson Hotel Group proporciona mucha tranquilidad por su solidez financiera”, asegura Cámara. Es algo muy importante, especialmente cuando se trata de contratos de arrendamiento, dado que la realidad de un negocio de este tipo en un horizonte temporal de 15 o 20 años es la de que “un inquilino hotelero va a tener que hacer frente a varias crisis micro o macroeconómicas, haciendo que su balance o solvencia financiera sea clave para sobrevivir y garantizar la rentabilidad de su negocio y de su casero”. Es algo que, más allá de la situación actual, hemos visto también recientemente con motivo de la pandemia, cuando estos establecimientos han permanecido cerrados y, aún así, el Grupo “ha respetado sus compromisos de pago”, destaca
La modalidad de franquicia es, no obstante, la que Gonzalo Cámara considera más interesante porque “aparte de franquiciar con las denominadas ‘hard brands’ (Radisson RED, Radisson Blu, Radisson Collection, etc.) podemos hacerlo a través de un formato “soft brand” con Radisson Individuals”. La consecuencia más evidente de esto para todas las partes es que “los hoteleros independientes pueden conseguir una franquicia nuestra sin necesidad de perder la identidad de su hotel, nombre, control, etcétera”.
Es una alternativa que sirve igualmente para minimizar riesgos ya que en este tipo de contratos, así como en los de gestión, tal como explica el director de Desarrollo de Negocio de Radisson Hotel Group, “la principal preocupación de un propietario es que su operador o franquiciador no consiga obtener o ayudar a alcanzar los objetivos propuestos o acordados en el plan de negocio. Sea por razones de ineficiencia operativa (ingresos vs. costes) o por una distribución poco eficiente sin maximizar la venta directa y por tanto depender de las OTAs o touroperación con las comisiones que eso supone”.
“En este sentido”, añade, “las ventajas a la hora de contratar a Radisson Hotel Group en España bajo gestión o franquicia son muchas, siendo claramente la principal de ellas potenciar la venta a través de su propio canal a unos costes muy inferiores a las de cualquier tercero”.
Una fórmula basada en la experiencia
De alguna manera, y por resumir todo este abanico de posibilidades, Cámara afirma que “la principal ventaja para un propietario al firmar un contrato de gestión con Radisson Hotel Group es asegurarse el retorno a la inversión y dormir tranquilo” gracias al bagaje de la compañía en todo el mundo.
Los argumentos que expone el representante de la cadena hotelera remiten a la dilatada experiencia y al alto nivel de profesionalidad que atesora. Son elementos que configuran la propuesta de valor del Grupo “para proporcionar al propietario unos niveles operativos muy eficientes maximizando el beneficio operativo y, por lo tanto, creando valor inmobiliario”. Por eso, y como apunta Cámara, “la principal fortaleza de Radisson Hotel Group es la distribución comercial a través de su propio canal alcanzando niveles de venta directo muy altos”.