En los inicios del siglo XX, el deporte “del palo y la bola” se instaló entre las Sociedades más selectas. En 1904 llegó Madrid con el Real Club de Golf Puerta de Hierro. En 1910 se fundaba el Real Golf Club de San Sebastián y, un año después, entraba en Neguri, Vizcaya, de la mano de la Real Sociedad Golf. Pero, el gran campeón de este deporte era cántabro, uno de los mejores campos de golf de Europa se asienta en Cataluña y el primer club español se creó en Las Palmas.

El más antiguo de España

Los ingleses tuvieron una gran influencia económica en Gran Canaria, entre el siglo XIX y el XX. Sus negocios portuarios fueron acompañados de la introducción de sus propios deportes. Una magnífica forma de conectar tanto con las autoridades y la burguesía como con los trabajadores.

En 1891, miembros de las numerosas familias británicas residentes en Gran Canaria eligieron la finca conocida como Lomo del Polvo para convertirla en Las Palmas Golf Club. El campo de golf nació, no solo como lugar de esparcimiento deportivo para los empresarios ingleses, sino como atractivo para el incipiente negocio turístico. Actualmente, es conocido como Real Club de Golf de Las Palmas y consta de 18 hoyos, dos putting green y numerosos servicios.

El decano de los campos de golf españoles es un espacio privilegiado al borde de la Caldera de Bandama. No se trata del cráter del volcán sino de un hundimiento. Durante la erupción, la cima del volcán colapsó y dejó a la vista la caldera. Es un inmenso hueco, casi circular, de más de doscientos metros de profundidad y un kilómetro de diámetro. Apreciar todo el conjunto resulta magnífico desde el mejor mirador, el Pico Bandama. Muy cerca se encuentra La Atalaya de Santa Brígida, un poblado de casas cueva de la época prehispánica.

La gran leyenda española del golf

Severiano Ballesteros fue El Mejor Jugador Europeo del Siglo XX, un nombramiento que se suma a sus más de ochenta títulos. El gran campeón del golf español fue uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte. Ganador de dos Masters de Augusta, tres Abiertos Británicos, Cuatro Ryder Cup y Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, vivió su pasión hasta que la enfermedad le obligó a abandonar cuatro años antes de su fallecimiento, en 2011.

Seve nació en Pedreña, Cantabria, en 1957 y con nueve años se iniciaba como caddie en el campo de golf de la localidad. El Real Club de Pedreña fue fundado en 1928 y su construcción partía de la iniciativa de la Reina Victoria Eugenia, con la Presidencia Honoraria del Rey Alfonso XIII. El recorrido del campo se adaptó a la naturaleza topográfica del precioso paraje natural.

El municipio cántabro es conocido por las magníficas instalaciones de El Real Club de Golf de Pedreña pero también por las “pedreñeras”, mariscadoras, recolectoras de almejas de excelente calidad. Pedreña posee una hermosa playa de aguas tranquilas y arena dorada, aunque son muchas las que se localizan en los alrededores. Un puente une el municipio con la conocida villa de Somo.

Sede de Torneos europeos

Muchos de los Torneos del European Tour se celebran en el Golf PGA Catalunya, de Gerona. Su campo de golf se encuentra entre los mejores de Europa. Muchos golfistas consideran su recorrido Tour Course como un desafío, pero es el Stadium Course el que presenta mayor dificultad. Su longitud o los cambios de elevación complican la estrategia de los deportistas.

Una amplia oferta de ocio y elegantes viviendas de estilo contemporáneo, y aire mediterráneo, añaden mayor atractivo a las magníficas jornadas de golf. Pero, siglos atrás, el municipio en el que se asienta el Golf PGA Catalunya Resort ya era un excelente reclamo para veraneantes.

Caldes de Malavella era conocido por las propiedades curativas de sus aguas, ricas en fósforo y sales minerales. El 1840 se construía el primer balneario y el segundo llegaría en 1891 con Vichy Catalán. A finales del siglo XIX y principios del XX, los baños termales atraían a los más exclusivos veraneantes. La aristocracia y la burguesía barcelonesa elegían el municipio para levantar sus segundas residencias. Aquellas villas, de estilo modernista, se instalaron alrededor de La Rambla de Recolons y contribuyeron a la belleza y fama del municipio y sus alrededores.

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