España no solamente cuenta con Santiago de Compostela como lugar santo y por excelencia de las peregrinaciones, porque en nuestro país se encuentran otros dos importantes lugares para la religión. Estos son Santo Toribio de Liébana en Cantabria y Caravaca de la Cruz en Murcia. Este último, es donde se venera a la Cruz de Caravaca y celebran sus fiestas más populares, los Caballos del Vino.
Caravaca de la Cruz es una ciudad situada en el terreno fronterizo entre Murcia y Granada y por ella pasaron sucesivamente íberos, romanos y musulmanes. Esta población se encuentra construida en torno a su Castillo, del siglo XV, levantado por la Encomienda de los Templarios. También es un lugar de culto por excelencia para la Iglesia católica desde 1998 debido a que durante el papado de Juan Pablo II, fue catalogada como una de las ocho ciudades santas de la confesión religiosa al tener el privilegio de celebrar el Año Jubilar a perpetuidad cada siete años en torno a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
Según cuenta la leyenda, en 1232 el rey moro Abú Zeid se convirtió al cristianismo después de contemplar a dos ángeles bajando del cielo una cruz para que un sacerdote preso en el castillo pudiera decir misa. Esta leyenda fue el motivo para que en 1617 se construyera en el recinto de la fortaleza el Santuario de la Vera Cruz. Este es el monumento más visitado de la ciudad. La zona amurallada cuenta con restos del siglo XII y estructura del XV pero ha experimentado numerosas reformas a lo largo de los siglos. En la actualidad conserva 14 torreones, siendo el más destacado la Torre Chacona, la torre del homenaje de la fortaleza.
La Basílica, por su parte, cuenta con tres naves y una planta de cruz latina y una fachada principal realizada con mármoles extraídos de la zona. Es uno de los mejores ejemplos barrocos de la región. Ha sido declarada Monumento Histórico-Artístico y ya desde el siglo XIII se vienen produciendo peregrinaciones a este lugar. Junto a la basílica se encuentra el Alcázar, convertido en museo y uno sus aspectos más destacados es el aljibe.
Entre las iglesias que resaltan de esta población murciana son la Iglesia Parroquial de El Salvador, una de las muestras más bellas e interesantes de la arquitectura renacentista murciana; la Iglesia de La Soledad, un edificio que se levanta sobre un muro de mampostería y que hoy en día alberga al Museo Arqueológico Municipal en el que se pueden contemplar las huellas de los antiguos pobladores de la zona; la Iglesia y Convento de San José, un edificio con dos partes perfectamente diferenciadas que, por un lado está la bellísima iglesia de una sola nave rehecha en el siglo XVIII y el monasterio de las monjas carmelitas; y la Iglesia de la Purísima Concepción, levantada sobre una antigua iglesia donde se atendía a enfermos y moribundos y que hoy destaca por su aspecto sobrio y austero conjuntado con elementos musulmanes de estilo renacentista.
Otro templo religioso merecedor de una visita es la Ermita de la Reja, obra del siglo XVII y la única que se conserva de las catorce que se construyeron y constituían las diferentes estaciones del ‘Vía Crucis’.
Otra edificación que sorprende es el Templete, edificio de estilo barroco en el que se celebra el baño de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca cada 3 de mayo. Esta tradición de baño se remonta al siglo XIV y es lo que da lugar a las Fiestas en Honor a la Santísima y Vera Cruz. No debe faltar tampoco una visita a la escultura de uno de los símbolos de la ciudad, el Caballo del Vino.
Un buen lugar para pasear y disfrutar de la naturaleza son las Fuentes del Marqués, un paraje situado a unos dos kilómetros de la ciudad que destaca por sus arroyos de aguas cristalinas que rodean al parque y que brotan de diferentes puntos. La humedad que estos proveen al paraje y que contrasta con los paisajes áridos y secos de Murcia, crea un bonito escenario de naturaleza. En el recorrido por él se puede ver la Torre de los Templarios y la cueva del Marqués.
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