No sabemos quién lleva la batuta, pero estamos seguros de quién es el músico. Su música se ha hecho viral. Las redes sociales no paran de comentarlo: todos están impresionados y maravillados con la idea que ha tenido el arquitecto croata Nikola Bašić, creador del Órgano de Mar. A simple vista este gigantesco instrumento no es más que unos escalones construidos a lo largo de 70 metros de la costa de la localidad de Zadar, en Croacia. Estas escaleras descienden hasta el mar y sobre ellas se sientan turistas y locales a escuchar la melodía del mar. Y es que los escalones forman un esqueleto de 35 tuberías que se elevan de forma oblicua sobre el mar hasta la parte asfaltada de la costa. Las tuberías son de distintas longitudes, inclinaciones y diámetros, de esta manera cada una suena distinta y se crea una melodía aleatoria gracias al viento y al agua que entran a través de los agujeros al pie de los peldaños y se redirigen a las cámaras resonantes.
Con este diseño, el arquitecto croata fue galardonado con el premio ex aequo del Premio Europeo del Espacio Público Urbano. El órgano de Mar está diseñado en un pequeño instrumento griego, el hydraulis. Este Órgano de Mar está fabricado de hormigón con unos escalones de mármol.
El mar crea música a través de este órgano construido en el año 2005, que ya se ha convertido en la estrella de esta ciudad. Los amantes del mar, o de la música – o de ambas cosas- pueden sentarse a escuchar y a observar sobre el suelo pavimentado. Sin partitura y sin una obra aprendida, el mar improvisa melodías que dependerán de cómo rompan las olas sobre los tubos, que reproducir siete acordes de cinco tonos y que salen a la superficie a través de unas aperturas talladas en las escaleras.