Toni, el empresario con tres negocios en Alfafar dañados por la DANA: "Me cuesta 200.000€ y dos años recuperarlos"
- Desde la Asociación de Autónomos de Alfafar explican que "en torno al 30% de los negocios" de este pueblo valenciano "no van a volver a abrir".
- Más información: El mapa del luto: Paiporta (45), Catarroja (25), Valencia (16) y Alfafar (15) concentran casi el 50% de muertes por la DANA.
Toni Milla es un empresario de 61 años que cada mañana llega a su inmobiliaria con el mismo propósito: poner todo en orden. Pero cuando cruza la puerta solo ve el caos que ha dejado la DANA en sus oficinas y unos dolores fétidos que predominan en el barro que tres semanas después sigue recordando que Valencia ha sufrido la peor riada del siglo. "He perdido el cien por cien de los tres negocios que había levantado con mucho esfuerzo durante 27 años en Alfafar", recuerda Toni mientras suspira -ante el dramático panorama que le dibuja el futuro-.
"Si tuviera que montar los tres negocios otra vez tendría que invertir unos 200.000 euros", explica desesperado. Este incansable emprendedor nacido en Albacete había conseguido levantar en Alfafar: la Inmobiliaria Abril, la Cafetería Infinito y una cadena de televisión local. Las tres empresas han quedado totalmente arruinadas porque este pueblo valenciano forma parte de la 'zonas cero' de la DANA.
- ¿Intentará reabrir sus negocios?
- Toni Milla: Voy a continuar con la cafetería porque allí me ha ayudado muchísima gente. Este lunes, he empezado a arreglar la inmobiliaria para ver si conseguimos recuperarla. La Asociación de Expertos Inmobiliarios está valorando cómo puede ayudarnos. De no ser por eso, no valdría la pena porque ha desaparecido todo.
Lo más difícil de recuperar es la cadena de televisión. Hemos perdido las cámaras, los sets de grabación… Hay un montón de cosas que son pequeñas, pero muy caras. De hecho, yo no he podido ni grabar las imágenes de mi propio pueblo porque ya no tengo medios para hacerlo. He tenido que poner en ERTE a mis trabajadores.
El caos todavía está presente dentro y fuera de la inmobiliaria de Toni, casi un mes después de aquel fatídico martes 29 de octubre, cuando el cielo se desplomó sobre los pueblos de la huerta valenciana. Pilas de coches destrozados se levantan en la avenida Gómez Ferrer, donde está uno de los locales de este empresario. "En esta calle debía haber unos cien negocios, y hoy no hay abierto ninguno", tal y como lamenta. "Solo un bar que sirve cafés desde una ventanilla".
Toni no solo es empresario al cubo, también preside la Asociación de Comercios, Empresas y Autónomos de Alfafar (ACEAAL), un colectivo que estima que "en torno al 30% de los negocios de Alfafar no van a volver a abrir".
- ¿Cuánto tiempo estima que tardarán los negocios de Alfafar en recuperar la normalidad anterior a la DANA?
- Toni Milla: Dos años para volver a estar como antes de la DANA. En este momento, hay gente que mantiene una cierta apariencia de apertura, como tengo yo en mi cafetería. Son negocios en los que parece que todo está normal. En mi caso, he abierto solo 100 metros de los 350 que tiene el local, porque todo lo demás está destrozado y lleno de barro. Hay sitios a los que ni puedo entrar todavía.
Este empresario, con un carácter forjado a base de emprender negocios, trabaja a diario quitando barro "desde las nueve de la mañana hasta las once de la noche", con la incertidumbre de no saber qué va a pasar con los proyectos a los que ha destinado gran parte de su vida. el único consuelo que le queda es vivir en una primera planta, lo que le ha salvado de perder su hogar. "He perdido los dos coches, la moto y todo lo que estaba dentro de un bajo que ha acabado totalmente inundado".
A pesar de este panorama, lo que le genera más impotencia es una cosa: "Las ayudas llegan tarde, nadie te explica nada y mucha gente no sabe ni cómo pedirlas".
- ¿Qué problemas tienen los afectados por la DANA para solicitar ayudas para recuperar la normalidad de sus vidas?
- Toni Milla: Cuando a mí me dicen que tengo que solicitar ayudas, les digo que lo único que me queda es el móvil: no tengo ningún certificado electrónico de los que piden para solicitarlas. He perdido mis medios de transporte. Tendría que andar ocho kilómetros para solicitar un certificado o lo que haga falta, pero eso para mí es demasiado. En un rato tengo que ir al médico porque llevo todos estos días sacando barro y tengo 61 años. Ya no puedo casi ni andar. Me cuesta muchísimo moverme.
Las dificultades también se extrapolan al ámbito bancario. Toni Milla lamenta que le han devuelto "muchos recibos de las cuentas porque no he podido hacer ingresos, ya que no tenía sitio donde hacerlos".Todo ello, a causa de que no han evitado el tsunami de la DANA: Las sucursales bancarias de Alfafar están destrozadas".
- ¿Cómo lo hacen para hacer trámites bancarios?
- Toni Milla: Tenemos que ir al municipio de al lado: Albal. En cuanto a los créditos e hipotecas, es curioso que un banco te diga que te va a ayudar, cuando lo que hacen es darte tres meses de carencia y durante esos tres meses estás pagando intereses. Pero luego al final te amplían un año el crédito.
Entonces pagas ahora los intereses y luego vuelves a pagar los 'intereses de los intereses'. Estás dejando de pagar solamente tres meses y luego vas a pagar un año… Los bancos tampoco ayudan, es el problema de siempre, están aprovechándose de la situación.
Calcular daños
Toni Milla está echando una mano desde la Asociación de Comercios, Empresas y Autónomos de Alfafar (ACEAAL), a otras organizaciones, para calcular los daños y las necesidades de cada negocio de este pueblo. "La Federación Valenciana de Polígonos Empresariales (FEPEVAL) ha contratado a un ingeniero durante un mes y está valorando todos los negocios. Cada mañana, tenemos una reunión en la que elaboramos las pautas, recibimos un informe y vemos cómo está el tema".
Para los miembros de ACEAAL es prioritario que el Ayuntamiento de Alfafar centre sus esfuerzos "en limpiar las calles" porque "el problema es que muchas de las personas, organizaciones e instituciones que estaban llegando para ayudar, no sabían ni por dónde empezar".
- ¿Cómo valora la actuación de los distintos servicios de limpieza y recuperación que operan en el pueblo?
- Toni Milla: Los servicios han llegado tarde, mal, sin control y sin conocimiento. No tienen ningún tipo de organización. Nadie sabe lo que tiene que hacer. Hay jefes de bomberos y de policía que están siguiendo opiniones o cosas que improvisan porque nadie les está diciendo absolutamente nada. Hay centros de organización en los que está todo el mundo desesperado porque no saben lo que tienen que hacer.
Los únicos que esforzando un poco han sido los miembros de la Federación Valenciana de Polígonos Empresariales. Ellos se han puesto en contacto con nosotros, para intentar hacer cosas en la zona comercial. Aquí no ha venido mucha gente a ayudar en casi nada. También recibí la visita de Juan Roig, de Mercadona, para decirnos que tenía la lanzadera de empresas que estaba ayudando a la gente, en la que ya hay personas que han recibido hasta 8.000 euros para reconstruir los negocios.
- ¿Cuáles son los productos que más falta hacen?
- Toni Milla: Material de limpieza, latas… No hay donde comprar cosas porque la gente no tiene medios para desplazarse donde hay comida, ya que mucha gente no tiene coche porque lo ha perdido. No es que la gente no tenga dinero, el problema es que no hay establecimientos donde comprar.
Además, el paso del tiempo modifica las necesidades. No es lo mismo lo que necesitamos hoy que lo que necesitaremos dentro de cinco días. La gente hace poco necesitaba cepillos, palas, trajes EPI... Y ahora empiezan a demandar otro tipo de cosas: limpieza superficial, bayetas, mochos, escobas…
Por si fuera poco, Toni sostiene que a este caos se le han sumado una serie de delitos perpetrados por oportunistas que intentan sacar tajada de la desesperación de las personas: "Ha habido saqueos y gente interceptando furgonetas repletas de materiales. Les daban el alto y decían que las requisaban porque se lo habían dicho los bomberos y luego era mentira".
Por eso, este empresario ha decidido organizar un centro de ayuda por su cuenta: "He convertido el salón de actos de la cafetería para ofrecer ayuda. Viene gente a coger leche, pañales, comida y otras cosas que recibimos de muchos sitios".