Ni Gandía ni Cullera: la mejor puesta de sol de Valencia está en un pico desde donde se ve el mar y toda la ciudad
La accesibilidad y el atractivo paisajístico del mirador, en pleno parque natural, regalan atardeceres únicos.
30 junio, 2024 13:33El verano, para muchas personas, es sinónimo de sol, playa y buen tiempo. En esta temporada, cuando aún alarga el día, también se puede aprovechar para disfrutar de un momento mágico por la tarde. Se trata del instante antes de que el sol se esconda y el cielo se tiña de oscuro.
Hay atardeceres que regalan estampas completamente impresionantes a quien las observa, con colores anaranjados e incluso rosados. Para contemplar una de las mejores puestas de sol de Valencia hay que subir hasta la cima de un monte desde donde se ve el mar y toda la ciudad.
Dentro del Parque Natural de la Sierra de Calderona existen numerosas rutas y rincones llenos de encanto. Uno de los más conocidos, por su accesibilidad y atractivo paisajístico es el Mirador El Garbí.
El Garbí se encuentra en un pico de la Sierra Calderona y se tarda en llegar 50 minutos desde el centro de Valencia. Hasta el lugar se puede subir en coche o moto, ya que en el último tramo de carretera hay espacio para dejar los vehículos estacionados en fila.
Es una ruta circular y sencilla. Para llegar al punto más alto solo hay que recorrer un pequeño sendero a pie y subir hasta sentarse en una de las rocas de la montaña. Desde allí basta con admirar las vistas, ya que la persona sentirá que sobrevuela Valencia.
Desde este punto también se puede apreciar la Mola de Segart, el golfo de Valencia y los rojizos cortados de El Garbí. Y si coincide en que hay un día muy despejado, se puede llegar a ver el Parque Natural de la Albufera o las islas Columbretes.
Cerca de la cima se encuentra la Ermita de la Santa Cruz del Garbí que fue restaurada en 1993 por la Generalitat Valenciana. Se conservó el muro donde era venerada una cruz labrada por el carpintero Josep Sacanelles de Valencia en la que fue incrustado el lignum crucis, y también sendos retablos.
La ermita y la Santa Creu
La ermita con un merendero en su exterior pertenece al término municipal de Estivella. Se trata de una construcción dedicada a la santa Creu del Garbí y su origen está relacionado con la colocación de una cruz en esta montaña el 19 de marzo del año 1787.
La historia proviene del deseo del vecino Francesc Galbis de erigir una cruz en una montaña del pueblo, después de escuchar la predicación de fray Diego José de Cádiz en la plaza de la catedral de Valencia, quien dijo que en los puntos más altos de las poblaciones se colocaran cruces para aumentar la devoción a la Santa Cruz.
El mencionado Galbis encomendó al carpintero Josep Sacanelles la construcción de una cruz con características especiales, a la que el fraile Diego J. de Cádiz mandó que se le pusiera un lignum crucis.
Al acabar esta obra, se erigió en el pico del Garbí, el punto más alto que encontraron. Desde entonces, la devoción fue cada vez mayor. Por esta razón, en el año 1804 se construyó una ermita en el lugar donde se alzó la Santa Creu, compuesta por una cubierta sostenida con cuatro arcos.
El año 1887 los vecinos bajaron la Santa Creu a la iglesia parroquial, con motivo del primer centenario de su presencia en la montaña. Entonces, la ermita se quedó vacía y fue deteriorándose hasta quedarse en ruinas a finales del siglo XX.
El año 1993 se acometió un proyecto de restauración y recuperación de la pequeña edificación gracias a la ayuda de la Generalitat Valenciana. La recuperación de este bien patrimonial se hizo a partir de su concepción original. Además, se conservó el muro donde estaba la Santa Creu y la marca de su ubicación.