La historia de Cullera se remonta a los primeros indicios de poblamiento con restos del Paleolítico Superior, hallados en la Cueva del Volcán del Faro. En la vertiente opuesta se encuentra el 'Abric Lambert', un lugar rupestre en el que las poblaciones del Eneolítico dejaron muestras patentes de su arte. Es declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Pero la particularidad de Cullera es que la población esté unida, desde sus orígenes, a la Muntanya de les Raboses, también conocida como la Montaña del Oro.
Será durante el período de dominación islámica cuando en Qulayra, llamada así por los árabes, desarrolle una estructura urbana a los pies del castillo.
La posición estratégica es lo que llevó al rey Jaime I a conquistar Qulayra en 1239, ya que el río Júcar desembocaba en la ciudad y quería tener el control de las mercancías.
Ya en la Edad Media y Moderna, siglo XVI, Cullera fue testimonio de cruentos episodios con los ataques de los piratas berberiscos. Es por este episodio por el que, al igual que en otras poblaciones costeras, desarrolla una arquitectura militar basada en la defensa y el control de la franja litoral
En este momento, se creó un cinturón de torres costeras, como la del Marenyet. También se fortificó el Castillo con baluartes y se amuralló la Vila para la protección de sus pobladores.
Pero, ¿qué episodio volverá a sufrir la ciudad de Cullera? La única capaz de imaginar un futuro y crear un relato es la inteligencia artificial, aunque sea "un ejercicio especulativo y creativo", según esta tecnología.
La redacción de EL ESPAÑOL ha pedido por cuarta vez a ChatGPT que elabore una narración ficticia sobre el final (con fechas y causas), pero esta vez, de Cullera (Valencia). Este ha sido el resultado:
El fin de Cullera: 2060
Dentro de 37 años, un acontecimiento cambiará Cullera para siempre, según ChatGPT.
Las causas precedieron la tragedia, igual que el enjambre sísmico en el suroeste de Islandia, con 1.000 temblores al día, ha antecedido la erupción del volcán que ha activado el estado de emergencia. A las 22:17 se desató la barbarie a unos cuatro kilómetros al noreste de Grindavik, en la península de Reykjanes.
Lo que motivará el cambio tan drástico de Cullera en 2060 vendrá propiciado por el cambio climático y un aumento del nivel del mar. "En 2035 las playas de la localidad costera, una vez llenas de turistas, se erosionaron gradualmente, obligando a cerrar numerosos negocios y hoteles a lo largo de la costa", así inicia ChatGPT su relato.
Esto implica, cinco años más tarde, la reducción de la oferta turística y afecta directamente a la economía local. "La falta de empleo y de oportunidades económicas llevó a una emigración masiva de residentes jóvenes en busca de un futuro mejor. Los barrios, antes bulliciosos, quedaron silenciosos, y las calles perdieron su vitalidad", imagina la IA.
Pero el desastre natural que impresionó a la ciudad fue la formación de un "mega-tsunami" en el año 2058. "Una serie de terremotos submarinos provocó la formación de este gran maremoto en el Mediterráneo. La energía liberada fue tan masiva que generó una ola gigantesca que se desplazó rápidamente hacia la costa".
A criterio de ChatGPT, en Cullera faltarán sistemas de alerta y preparación, pues la falta de inversión en sistemas de alerta temprana dejó a la ciudad "vulnerable". Los residentes no estarán preparados para afrontar un desastre de tal magnitud.
Por fechas, en 2058 la actividad sísmica submarina aumentará, generando preocupación entre los científicos y las autoridades locales.
En julio de 2060, se generará este "poderoso terremoto submarino" que se dirigirá directamente hacia la costa de Cullera. Será, según augura la IA, el 15 de julio, cuando el tsunami golpee la ciudad con fuerza, inundando las áreas costeras y penetrando profundamente en el tejido urbano.
"Los edificios son arrasados, la infraestructura colapsa y la vida cotidiana se ve sumida en el caos", prosigue la aplicación.
Concluye de la siguiente manera: "El tsunami marca el fin repentino de la ciudad de Cullera, llevándose consigo no solo estructuras físicas, sino también la historia y la cultura que una vez florecieron en sus calles".
Opina que este desastre natural dejará "una cicatriz imborrable en la región y sirve como un recordatorio trágico de la importancia de la preparación y la gestión del riesgo en la planificación urbana".
Además, la IA aboga por ser conscientes de los efectos irreversibles que pueda suponer el cambio climático y recuerda la fragilidad de las comunidades frente a eventos naturales catastróficos.