El polígono de Tesla tendrá la aprobación provisional antes de verano en Cheste: solo falta el 'sí' de Elon Musk

El polígono elegido por Tesla en Cheste (Valencia) para construir su nueva fábrica de coches eléctricos -en caso de que apueste finalmente por España- contará con la aprobación provisional antes de verano. Este es el calendario que manejan tanto el ayuntamiento como los propietarios que aspiran a convertirse en el agente urbanizador del suelo, según precisan a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes conocedoras del proceso administrativo.

La nueva previsión es fruto de un retraso burocrático de, al menos, un mes y medio. La exposición pública a la que fue sometida la reclasificación del terreno para ampliar el polígono La Ceja-Cañada Arena se realizó sin tener en cuenta un preceptivo informe de movilidad. El mismo ya ha sido aportado al expediente, pero exige ahora un nuevo periodo de 45 días de exposición pública.

Este lapso, en cualquier caso, coincidirá con la llegada de otros informes pendientes, estatales y autonómicos, que tampoco han sido recepcionados. Se trata de cuestiones protocolarias pero necesarias antes de la aprobación provisional en el pleno municipal del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que introducirá los cambios en el ordenamiento municipal.

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Esta última podría llegar en mayo o junio. Y solo a partir de ese momento se podrá crear la figura del agente urbanizador del espacio, que abarcará un total de 1,5 millones de metros cuadrados.

Como viene informando este periódico, un grupo de propietarios del suelo reúne las condiciones para constituirse como tal y presentar un proyecto para su desarrollo.

Será entonces el momento para que la compañía de Elon Musk formalice su apuesta por Cheste o deje pasar la oportunidad. Al tratarse de una industria de grandes dimensiones, el procedimiento lógico sería que Tesla trabajara de la mano del agente urbanizador para desarrollar un espacio a medida de sus necesidades.

Boicot en Berlín

La burocracia, aunque con un leve retraso, avanza en España mientras Tesla sufre contratiempos en Alemania. Un incendio intencionado en la infraestructura eléctrica obligó a parar a la fábrica de coches construida por la firma americana cerca de Berlín.

En la sede alemana llueve sobre mojado para Tesla. Una opción que baraja la compañía es ampliar esta fábrica, circunstancia que retrasaría la construcción de una nueva en España. Pero la empresa sufre protestas ecologistas contra este desarrollo. Hasta el punto se impuso el 'no' en una consulta no vinculante de la localidad de Grünheide, afectada por este posible desarrollo.

El contexto social y político parece mucho más propicio en España. De hecho, además de acelerar los trámites urbanísticos para la recalificación del suelo, la Generalitat Valenciana de Carlos Mazón ha introducido un cambio normativo para librar de la exposición pública a grandes proyectos como el de la compañía.

En concreto, han quedado exentos aquellos que se presenten como Proyecto Territorial Estratégico, como es este caso. La confidencialidad es una exigencia en la que Tesla ha hecho hincapié tras la filtración que se produjo con el Ejecutivo de Ximo Puig.

Rivales por el suelo

Pero el acelerón urbanístico realizado para Tesla se ha convertido en un arma de doble filo. Otros inversores, según ha podido constatar este medio, están pugnando también por el espacio y suponen una amenaza para la firma, que envió hace meses una delegación a Cheste para contemplar las parcelas y sus posibilidades, pero no ha materializado desde entonces su voluntad de construir su fábrica en el lugar. No al menos de forma oficial.

Los 1,5 millones de metros cuadrados habilitados en Cheste son un caramelo inmobiliario en un entorno, el del área metropolitana de Valencia, con una importante carencia de espacios grandes.

El de La Ceja-Cañada Arena no solo es extenso. Se encuentra además en un enclave privilegiado. El municipio está pegado a la A-3, a solo 10 kilómetros de la A-7 y a 40 del Puerto de Valencia, el mayor del Mediterráneo en tráfico de contenedores.

Línea de montaje en una fábrica de Tesla. EE

Más allá de su posible uso industrial, que es el gran deseo de las administraciones valencianas y españolas por el impacto económico y de empleo de un proyecto como el de Tesla, el potencial logístico de la parcela es enorme. Bien lo han demostrado otros proyectos como la plataforma logística de Lidl o el centro de distribución de Jysk, ambos levantados en Cheste durante los últimos años.

Fuentes del sector inmobiliario confirman a este periódico que tanto propietarios del suelo como el Ayuntamiento de Cheste ya han mantenido conversaciones con "grandes operadores" alternativos a Tesla para su implantación.

El problema para la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España, que son los más interesados en que fructifique la iniciativa de la firma de Elon Musk, es que Tesla puede convertirse en un pájaro volando frente a ciento en mano para los propietarios. Para ellos no es tan relevante el nombre del comprador o arrendador de su bien inmueble.

Preguntados al respecto, tanto Ministerio de Industria y Turismo, como Presidencia de la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Cheste, guardaron un rotundo silencio sobre el proyecto. El hermetismo de las administraciones impide saber si han otorgado a Tesla algún tipo de exclusividad sobre el espacio o si se plantean compensar a los propietarios para que esperen a la empresa americana.