El Gobierno de Ximo Puig simuló un proyecto industrial de 2.000 millones de euros que prometía generar 30.000 empleos, todo con el objetivo de retener a Ford en Almussafes y de atraer a Sagunto firmas como Volkswagen. Esta es la versión ofrecida por el CEO de Power Electronics, David Salvo, sobre la iniciativa llamada Element Valencia, Alianza Valenciana de Baterías.
El proyecto fue anunciado a bombo y platillo el 17 de febrero de 2021. Se presentó como "el más ambicioso de Europa" en cuanto a la producción de baterías. Pero la empresa que estaba al frente, Power Electronics, descarta ahora su desarrollo. Y no solo eso. Asegura que todo respondió a una "estrategia política" del expresidente socialista.
¿El objetivo? Generar un contexto de inversión industrial en electromovilidad para retener la factoría de Ford -que se debatía entre cerrar la planta de Saarlouis en Alemania o la española de Almussafes- y captar nuevas inversiones, como la que terminó llegando de PowerCo (filial de Grupo Volkswagen).
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"Ya teníamos un fabricante como Ford, decidiendo entre Saarlouis y Almussafes, y se necesitaba, desde la estrategia del Gobierno y de la Presidencia [de la Generalitat], tener un fabricante de baterías. Nosotros lo que hicimos fue colaborar y montar la alianza, y hacer de tractor hasta que llegó PowerCo", manifestó este martes Salvo.
El empresario se pronunció en estos términos durante la inauguración de la CharIN Europe Conference, evento internacional sobre la carga eléctrica acogido por Power Electronics en su sede. Expuso su versión sobre lo ocurrido con Element Valencia con inusitada franqueza, para sorpresa de quienes escuchaban sus explicaciones.
"No se podía contar"
"Esto no se podía contar en aquel momento, pero era una estrategia política. Si la Comunidad Valenciana no hubiera estado preparada, teniendo los metros cuadrados que se necesitan, los megavatios que se necesitan de fotovoltaica y renovables -porque no vas a hacer renovables con carbón-, si no hubiera tenido las licitaciones ya avanzadas a nivel de proyecto, sabiendo los recursos que necesitabas a nivel de recursos humanos... Todo eso ya estaba encauzado en nuestro proyecto, hasta que llegó Volkswagen y lo hizo suyo", relató.
Conviene remontarse al debate de la época para analizar lo que ahora explica Salvo. En 2020, cuando se canalizó a través de los Fondos Next Generation UE la ayuda europea para superar el impacto económico de la pandemia, el Gobierno de Ximo Puig puso en su mirilla un proyecto muy concreto: atraer a la Comunitat Valenciana "la gigafactoría de baterías del sur de Europa".
Así lo reconoció él mismo en un discurso en Les Corts Valencianes, tras semanas de rumores al respecto. Corría el mes de septiembre de 2020. "Se trata de un macroproyecto industrial de gran impacto liderado por empresas tractoras de la Comunitat Valenciana", avanzó entonces. El presupuesto público iba a ser de 10 millones de euros, uno de ellos ya presupuestado.
Según revela ahora David Salvo, la Generalitat Valenciana involucró a Power Electronics porque "necesitaba un proyecto tractor". "Generamos la necesidad de los terrenos", agregó el empresario. Y tal necesidad habría servido a la Generalitat Valenciana para acometer la compleja reordenación urbanística que alumbró Parc Sagunt II, el espacio donde ahora se levanta la gigafactoría de Volkswagen.
"Nosotros ayudamos en lo que pudimos hasta que entró PowerCo", expuso Salvo. "Toda la estrategia estaba encaminada a que hubiera un fabricante de baterías que pudiera establecerse en la Comunitat Valenciana", insistió.
Según precisó, los terrenos aprovechados por PowerCo (Grupo Volkswagen) fueron los mismos previstos para desarrollar Element Valencia. "Se vio que corría riesgo la deslocalización de los fabricantes europeos", añadió Salvo.
La versión de los hechos revelada por Salvo describe una maniobra muy controvertida, pues habría consistido en simular una iniciativa de 2.000 millones de inversión y 30.000 empleos que en absoluto estaba garantizada.
No obstante, habría cumplido su objetivo, según el relato del empresario. Porque Ford finalmente escogió Almussafes y no Saarlouis para construir sus futuros coches eléctricos. Y porque después Volkswagen eligió Sagunto frente a alternativas españolas en Cataluña, Aragón o Extremadura.
La propia empresa alemana destacó que optó por Sagunto porque la Generalitat Valenciana contaba con un proyecto muy avanzado, y porque le ofreció una agilidad administrativa superior a la de sus rivales en la carrera por la gigafactoría.