
Bernardo, churrero desde hace 30 años en Valencia: "En Fallas vendemos 4.000 unidades al día, se forman grandes colas"
Bernardo, churrero desde hace 30 años en Valencia: "En Fallas vendemos 4.000 unidades al día, se forman grandes colas"
El negocio lleva abierto desde 1957 y es reconocido por ofrecer churros "crujientes, esponjosos y poco aceitosos".
Más información: El local centenario donde sirven los mejores buñuelos de Valencia que hay que probar en Fallas: la unidad cuesta 0,70€
Empieza la semana grande de las Fallas y no puede faltar en ella el dulce esencial de las fiestas: el churro y el buñuelo. Son muchos los puestos ambulantes que se sitúan en cada esquina para ofrecer el mejor producto. Sin embargo, no hay mejor opción que la de probar los que venden los negocios de toda la vida.
Concretamente, hay un establecimiento emblemático que lleva más de cinco décadas abierto en Valencia. Es la churrería Casa Piloto, reconocida por ofrecer churros, porras y buñuelos de alta calidad, hechos artesanalmente. En Fallas llega a vender hasta 4.000 unidades cada día.
Este negocio familiar se encuentra en la Calle de Gayano Lluch, en el barrio de Rascaña y lo regenta Bernardo Fresneda, churrero de oficio desde hace más de 30 años.
Debido a su gran popularidad, ahora en Fallas que es "en plena campaña", tal y como asevera Fresneda a EL ESPAÑOL, "se forman grandes colas".
Los clientes que llegan pronto pueden llegar a sentarse en una mesa para disfrutar de un buen desayuno o merienda fallera, ya que no admiten reserva. "Pero va rápido. Nos cunde. Empezamos a las 6 de la mañana y no paramos hasta las 12:30 horas", añade.
El churrero asegura, además, que vende entre 3.000 y 4.000 unidades de estos dulces al día. La docena de porras y churros está a 8,40 euros -0,70€ la unidad-; y la de buñuelos por 9 euros -0,75€ cada uno-.
Bernardo define su forma de trabajar "muy cercana"; es lo que considera que lo diferencia de la competencia. Su suegro llevaba anteriormente el local y, durante muchos años, también se han dedicado a la venta ambulante.
Espera que las lluvias no echen a perder el buen ritmo que llevan este 2025, aunque considera que el mal tiempo no va a relegar la costumbre de comer churros ni buñuelos. Estos últimos, en Casa Piloto, suelen pedirlos de calabaza.
Precisamente, los clientes destacan la excelencia de sus churros, que describen como "crujientes, esponjosos y poco aceitosos".
Además de los dulces tradicionales de Fallas, el local ofrece una amplia variedad de opciones, como calabaza asada, tostadas de aguacate y queso, así como otro tipo de repostería dulce.
Así, Churrería Casa Piloto es una parada obligada en Valencia para aquellos que buscan degustar productos tradicionales en un entorno familiar y acogedor.
Buñuelos
El origen de las Fallas de Valencia sigue siendo incierto, pero la historia del buñuelo aparece de la mano junto a esta tradición valenciana. De hecho, desde hace siglos se le ha relacionado como "el dulce típico de esta época del año".
En 1792 el Diario de Valencia habla de las Fallas como una fiesta en la que las gentes quemaban "piras y figurones ridículamente vestidos" plantados en calles y plazas, "entreteniendo a la mayor parte del pueblo con sumo olvido de nuestras obligaciones".
Las personas que iban a ver la quema de estos monumentos se encontraban con la figura de la buñolera. Antiguamente, las mujeres repeinadas con delantales blancos situaban sus tenderetes cerca de donde se reunía la gente.
El buñuelo, tal y como se elabora en Valencia, es un producto con una elaboración de origen "puramente valenciana". En la Comunitat Valenciana se ha ido innovando con el paso de los años y, dependiendo de la zona, la variedad cambia.
Así, en los pueblos dormitorios de Valencia es propio realizar buñuelos de calabaza; en la provincia de Castellón (Alto Palancia) se elabora el buñuelo de manzana; y en la huerta valenciana es un manjar exquisito el buñuelo de higo.