Bertín Osborne ha decidido finalmente cancelar su concierto en Valencia previsto para el próximo 21 de julio, según han confirmado este miércoles a EL ESPAÑOL fuentes del equipo del propio artista.
Esta decisión se produce después de haber vendido solo 155 entradas, es decir, menos del 8% del aforo, de aproximadamente 2.000 personas.
A fecha 19 de junio de 2024, Orborne es el artista que menos tickets ha vendido de los conciertos organizados por el Ayuntamiento de Valencia con motivo de la Feria de Julio, muy por detrás de las 661 entradas vendidas de Julieta Venegas y las 815 de India Martínez, según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Valencia al grupo municipal de Compromís.
Sin embargo, desde la concejalía de Fiestas recuerdan que las cifras de la venta de entradas son "son variables", ya que "están en continuo cambio debido a que ante la proximidad de los conciertos se han intensificado las campañas de marketing y comunicación provocando un aumento notable en el ritmo de ventas del mismo".
Los conciertos que más han logrado convencer al público son los de The Cult, con más de 4.200 entradas vendidas, Pablo López, con más de 2.300, y Camela, con más de 2.200.
El expediente señala también que las entradas reservadas por las empresas promotoras son aproximadamente de 250 entradas por concierto. En cuanto al precio, cuestan de media unos 36 euros
Osborne ya suspendió su actuación del pasado 13 de junio en San Agustín de Guadalix (Madrid), por problemas técnicos. Ahora, según avanzó el programa Y Ahora Sonsoles de Antena 3, ha tomado la decisión de retirarse de los escenarios este verano porque "está cansado y tiene problemas de voz".
La organización de los Conciertos de Viveros, comunicó a última hora de este miércoles, en las redes sociales que la suspensión se debe a que el artista "arrastra secuelas postcovid" y los médicos le han prescrito "descanso vocal".
La organización afirmó que la devolución de las entradas se realizará de manera automática a partir del lunes 8 de julio.
Programación polémica
La programación de la Feria de Julio de Valencia para este 2024 ha sido la primera diseñada por la concejalía de Fiestas y Tradiciones dirigida por Mónica Gil, de Vox.
Los grupos de la oposición criticaron el cartel porque no incluía ninguna propuesta en valenciano. Además, la inauguración no estuvo exenta de polémica por la interpretración del himno de la legión, El novio de la muerte.
El concejal de Compromís, Pere Fuset, denunció que "Catalá le ha declarado la guerra al valenciano, muy particularmente a la cultura en valenciano". En este sentido, lamentó que "este año, tenemos una muy baja venta de entradas, que contrasta con el hecho de que en años anteriores, se gotaban estas entradas, hacían sold out, incluso semanas antes de empezar la Gran Fira".
"Una celebración que ahora comienza desvalencianizada, con un desfile en el que se censuran los nanos, los gigantes, las dolçaines, el folclore valenciano, como un aperitivo de lo que será la exclusión de la cultura valenciana durante el conjunto de la festividad", añadió.
Además, instó a Catalá a organizar "una fiesta de la música en valenciano" el día que estaba prevista la actuación de Osborne. Fuset propuso la realización de un concierto gratuito con grupos valencianos, "aprovechando que esta infraestructura ya está pagada con dinero público de los valencianos y valencianas".