La Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo ha publicado este martes en su página web cómo serán los nuevos exámenes de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) para 2025 después de los cambios introducidos por el Gobierno central.
La principal novedad es que desaparece la máxima optatividad acordada en la etapa COVID-19, por lo que se recupera el modelo de antes de 2020.
Esto quiere decir que en cada materia se hará entrega de un único modelo de ejercicio y no de dos como hasta la fecha. Esta elección, tal y como marca el decreto del Ejecutivo central, no podrá implicar en ningún caso la disminución del número de competencias específicas objeto de evaluación.
De esta manera, cada asignatura tendrá un modelo único de ejercicio que se estructurará en diferentes apartados. En algunos apartados se podrá incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas o tareas.
Otra de las novedades de este curso es que en la fase de acceso (obligatoria) se puede elegir el idioma extranjero del que se examinará, con independencia de la asignatura cursada en 2º de Bachillerato, pudiendo elegir una segunda lengua extranjera en la fase de admisión (voluntaria).
Además, se introducen en la fase de acceso los exámenes correspondientes a las materias del Bachillerato general, y en la fase voluntaria los estudiantes podrán examinarse de hasta 3 asignaturas, además de la lengua extranjera adicional.
Las pruebas se realizarán del 3 al 5 de junio en primera convocatoria y los días 1, 2 y 3 de julio en segunda. Todos los exámenes de las materias de la fase obligatoria serán por la mañana de 9.30 horas a 13.15 horas. El resto de los ejercicios se realizarán por la tarde de 15.30 horas a 19.15 horas.
Además, este año se establecen unos criterios generales de corrección en los que se valorará la capacidad expresiva y la corrección idiomática de los estudiantes. Contarán tanto las faltas de ortografía, como la coherencia, la cohesión y el léxico.
La máxima deducción global en cada ejercicio por estas faltas será de un punto en todas las materias, excepto en Lengua Castellana y en valenciano, que aplican sus propios criterios.
Estructura de los exámenes
El temario de las asignaturas no ha variado. En cuanto a la estructura de los exámenes, en términos generales, la gran mayoría presentan una estructura similar al curso anterior, si bien, por exigencias de la propia normativa estatal, la optatividad es menor.
Entre las asignaturas que han introducido cambios más significativos destaca el caso Lengua Castellana y Literatura II, que pasa a tener tres bloques en lugar de dos. Se distribuirán del siguiente modo: Comunicación escrita (0-4 puntos), Conocimiento de la lengua (0-3 puntos) y Educación literaria (0-3 puntos).
Asimismo, en Historia de la Filosofía la prueba tendrá tres apartados en los que el alumno deberá realizar un comentario de texto (4 puntos), definir un concepto (2 puntos) y elaborar una redacción (4 puntos) sobre varias opciones propuestas.
En la lengua extranjera Inglés la prueba se ha estructurado en dos apartados: uno de comprensión (7 puntos) y otro de expresión (3 puntos). Es el mismo modelo que para el examen de Francés.
El examen de Latín II también presenta algunos cambios puntuales, ya que se otorga mayor peso en la calificación a la traducción del texto.
Por lo que respecta a las asignaturas del ámbito de las Ciencias apenas se observan cambios y en Química se ha pasado a tener cinco preguntas con diversas opciones de optatividad en cada una de ellas.
Los exámenes tendrán una duración de 90 minutos con descanso de 45 minutos entre cada uno de ellos.