La Comunitat Valenciana es la autonomía con más consumo de tranquilizantes, la segunda de cannabis y la tercera en uso compulsivo de internet en escolares de entre 12 y 16 años.
Ante estas "alarmantes" cifras, el Gobierno valenciano tiene previsto poner en marcha una escuela digital para padres y madres con el objetivo de ofrecer orientación y herramientas para hacer frente al aumento de las adicciones y de los problemas relacionados con la salud mental entre los más jóvenes.
El Ejecutivo de Carlos Mazón prevé poner en marcha esta medida, incluida en el plan valenciano de salud mental, en 2025 con una oferta continuada a lo largo de todo el curso escolar.
Según explicó el responsable de la Oficina Autonómica de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat Valenciana, Bartolomé Pérez a EL ESPAÑOL, la idea es trabajar junto a las familias para que dispongan de las herramientas necesarias para detectar este tipo de casos. En muchas ocasiones, según explica el experto, los progenitores atraviesan una fase de negación o de desviación del tema, por lo que es esencial que tengan información, sepan cómo actuar y dónde pedir ayuda.
El carácter telemático del proyecto es fundamental para los organizadores, ya que de las experiencias previas de este tipo de talleres presenciales se extrae una conclusión: "que van los que no es necesario que vayan y no van los que tienen que ir".
Estas ausencias se justifican, según Pérez, en que estas familias o no ven el problema y por lo tanto, no creen que sea necesario este servicio, o porque deciden no acudir por el qué dirán.
La plataforma online sí ofrece ese anonimato tan necesario para que muchos progenitores se apunten. Con un proyecto que se llevó a cabo durante la pandemia, de manera telemática, Pérez observó que sí había demanda. La clave es, además de tratar el contenido programado, poner a disposición de las familias un teléfono y un correo electrónico que les permita contactar en caso de que sea necesario.
El crecimiento de la incidencia en la juventud está muy relacionado, según el responsable de la oficina, con el sistema educativo, pero en su labor formativa del ser humano. En ese entrenamiento de tolerancia a la frustración y de la existencia de límites.
Una formación que tiene que desarrollarse en las escuelas, pero también en los hogares, donde la educación de las familias es esencial.
Prevención en las escuelas
El Ejecutivo autonómico ha situado la prevención de los problemas mentales en la adolescencia como uno de sus objetivos principales. De hecho, ha puesto en marcha un programa de prevención escolar y de educación emocional y social para todos los niveles de la educación obligatoria, es decir, de los 6 a los 16 años, que está a punto de licitarse.
El objetivo es, según el responsable de la oficina, trabajar la promoción de la salud mental, valorando la evidencia científica y desarrollando los factores de afrontamiento, para disminuir y evitar los riesgos.
Además, se reducirá la burocracia para que el sistema de detección sea más eficaz, que los profesores puedan coger el teléfono y avisar para que se envíe rápidamente un especialista. Así, el proyecto del Consell es que cada servicio de salud mental disponga de un pequeño equipo de psicólogos liberado exclusivamente para la escuela.
Aunque no estén presencialmente en los colegios, se dedicarán a detectar, orientar, intervenir y derivar a los menores que tengan algún problema dentro de la escuela. Ese niño o adolescente además, pasará directamente al servicio de salud mental, sin que sea necesario que tenga que llamar luego para pedir una cita.
Concretamente, el plan prevé la creación de 22 Unidades de Detección Precoz en el medio escolar, integradas en los Servicios de Salud Mental de cada departamento de Salud y dirigidas a la detección precoz, intervención inicial y derivación, si procede, así como a la orientación y apoyo específico al profesorado.
Además, se implantará un programa de formación continuada para el profesorado, en materia de salud mental y adicciones, con especial énfasis en las buenas prácticas de prevención y en las estrategias de detección precoz.
Plan de salud mental
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, presentó en enero el plan de salud mental dotado con 724 millones de euros para la legislatura. De ellos, 70,5 millones de euros irán destinados a la atención de la salud mental de la infancia y la adolescencia.
Se trata de ocho medidas entre las que destacan el refuerzo de las plantillas de las Unidades de Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia, la creación progresiva de Servicios de Salud Mental específicos y la garantía de contar con 23 hospitales de día para este colectivo, con una ratio superior a 60 plazas por cada 100.000 habitantes menores de edad.
Además, el plan se compromete a dotar de 40 nuevas camas de hospitalización breve (agudos) para infancia y adolescencia y a crear dos Unidades de Media Estancia.
También propone planes específicos para trastornos de déficit de atención e hiperactividad y para los trastornos del espectro autista.
En cuanto a las adicciones, contempla 22 unidades de prevención para adolescentes con consumos problemáticos de sustancias y adicciones conductuales y de una Comunidad Terapéutica, con una dotación no inferior a 20 plazas, dirigida al tratamiento especializado de población adolescente con trastornos adictivos.