Vivir en una cueva es posible: ¿Cuánto cuesta una casa de 1935 en Paterna (Valencia) con 190 metros cuadrados?
Todavía se conservan 70 cuevas en el municipio. Pedro Almodóvar las eligió como escenario para su película "Dolor y Gloria".
30 abril, 2024 12:31En el centro de Paterna (Valencia) hay una oportunidad única para convertir un enclave de lo más curioso y original en un acogedor hogar.
Se trata de una de las famosas casas cueva de este municipio valenciano, unas viviendas que enamoraron al director de cine español, Pedro Almodóvar, que las eligió como escenario para su premiada película Dolor y Gloria, protagonizada por Penélope Cruz y Antonio Banderas.
Es un tipo de vivienda excavada sobre un terreno que tiene unas características geológicas especiales. Surgieron en el siglo XIX durante la crisis económica del Antiguo Régimen y actualmente se encuentran integradas dentro de la Zona del Entorno de Protección del BIC Torre-Palacio.
El inmueble que está en venta data del año 1935 y cuenta con una superficie total de casi 190 metros cuadrados, distribuidos con una habitación individual, una doble y un aseo. Cuesta 120.000 euros.
Sin embargo, esta peculiar vivienda no está lista para ser habitada y necesita ser reformada. Así consta en el anuncio de la inmobiliaria Paterna Atres, que hacen hincapié en que en la parte superior de la cueva hay posibilidad de edificar una vivienda nueva que tendría acceso por la calle trasera.
Además, cuenta con una orientación sur y abundante luz natural, según la empresa inmobiliaria.
Espacio protegido
Las cuevas se sitúan alrededor de la Torre, hacia el norte y el este. Según Turismo de la Comunitat Valenciana existe la creencia de que estas casas cueva fueron introducidas por los moriscos, aunque su uso se popularizó en el siglo XIX.
El Consell Valencià de Cultura realizó un informe en noviembre de 2022 sobre el legado histórico y artístico de la torre y las cuevas de Paterna en el que data su origen entre la mitad del siglo XVIII y el XIX, en un momento de fuerte presión demográfica y ante la necesidad de nuevas viviendas para jornaleros y obreros que, en el caso del municipio de Paterna, aprovechan áreas comunales.
En 1824 existían 38 cuevas censadas. A mitad del siglo XIX había unas 200, en las que vivía cerca del 35% de la población. El número continuó creciendo hasta alcanzar las 509 en el siglo XX. Sin embargo, la entidad cultural valenciana señala que "años más tarde se fueron abandonando y muchas de ellas fueron demolidas".
Del informe se desprende que la población de las cuevas llegó en 1940 a representar el 23% de la total de Paterna. En el año 2022, sin embargo, la población era inferior a las 20 personas. Y es que algunas de las cuevas se han terminado hundiendo y otras han sido abandonadas por el cambio de los estilos de vida.
Actualmente se encuentran integradas dentro de la Zona del Entorno de Protección del BIC Torre-Palacio. Una de las más conocidas fue la visitada por el rey Alfonso XIII considerada Bien de Relevancia Local.
Además, del conjunto destacan las conocidas como Coves del Batá, un conjunto de ocho cuevas visitables interconectadas que ocupan una superficie total de 450 metros cuadrados. En su interior se alberga el Espai Cultural Coves del Batà. De las 70 cuevas que hay en la actualidad, solo ocho de ellas son de titularidad municipal, según dicho informe del CVC.
¿Cómo surgieron?
La institución recuerda las notas del arqueólogo municipal Manzanedo Llorente, que afirma que estas casas excavadas "durante mucho de tiempo concentraron gran densidad de población". Además, considera que "a pesar de haber visto parcialmente reducida su amplitud original, continúan ocupando una área bastante extensa en torno a la Torre y el Ayuntamiento y en dirección suroeste".
Como factores que hicieron posible la creación de este tipo de alojamientos, señala el aumento demográfico, el incremento de las rentas señoriales y el deterioro de las condiciones de los trabajadores, que impidió a la mayoría poder acceder a la propiedad de una vivienda. Esto hizo que optaran por excavar su vivienda en la roca calcaria y arcillosa de escasa dureza de Paterna", añade.
Teniendo en cuenta las características de construcción, el CVC establece dos tipos de cuevas: las afrontadas y las enclotadas.
Las primeras son las que cuentan con una fachada exterior con una puerta y una ventana como si se tratara de casas urbanas, pero con un desarrollo interior excavado aprovechando un rebajo natural. La planta sigue el modelo de casa tradicional, con un patio al fondo de ventilación. Son característicos sus pozos de ventilación y las chimeneas en el exterior.
La segunda tipología se articula en torno a una plazoleta comunal para unas pocas cuevas, con un acceso en rampa y sin fachada en la calle.
"Las dos morfologías de cueva crean unas condiciones de habitabilidad especiales con una temperatura interior agradable, templada en invierno y fresca en verano", se desprende del informe.
Asimismo, recoge que muchas de ellas fueron ampliándose según las necesidades familiares, llegándose a configurar espacios con varias habitaciones y estancias de dimensiones considerables. Oscilan entre los 60 y los 160 metros cuadrados.