Arroz con 'fesols i naps', el plato con el que el restaurante ganó.

Arroz con 'fesols i naps', el plato con el que el restaurante ganó. REDES BON AIRE

Valencia GASTRONOMÍA

El mejor caldero con arroz de Valencia lo hace esta familia de la huerta en medio de un oasis de arrozales

Se encuentra en un pequeño pueblo de pescadores que inspiró a Vicente Blasco Ibáñez para escribir 'Cañas y Barro'

8 abril, 2024 10:00

Hay un pequeño pueblo de pescadores que está a 30 minutos de Valencia que nace en medio de un paraíso para los valencianos, el Parque Natural de l’Albufera, y se encuentra en medio de un oasis de arrozales.

Se llama El Palmar y sus calles esconden secretos gastronómicos y culturales. En esta pedanía de la ciudad de Valencia se encuentra el restaurante Bon Aire, un local que se ha llevado recientemente el primer Concurso Nacional de Calderos con Arroz organizado en la capital del Turia.

10 grandes chefs se dieron cita para esta primera edición del concurso, organizado por la Asociación Gastronómica el Caldero de Albacora que preside el chef Alejandro del Toro.

[El mejor arroz con 'fesols i naps' de Valencia (y por lo tanto, del mundo) está en este pueblo]

El primer premio fue para el Restaurante Bon Aire de El Palmar. El restaurante cocinó un arroz amb fesols i naps con pato de l'Albufera y verduras de temporada.

El segundo premio fue para el Chef Amadeo de Gandía, que presento un plato de arroz con erizo de mar, hortiguillas y verduras.

En tercera posición quedó el restaurante Miguel y Juani de L'Alcúdia. Los cocineros presentaron un arroz de señoret de puchero con toque japonés.

El jurado estuvo compuesto por Santos Ruiz (gerente de la DO Arroz de Valencia) que ejerció como presidente, German Carrizo (Restaurante Fierro), Vicente Patiño (Restaurante Saiti), Bernd Kôller (Restaurante Riff), María José Martínez (Restaurante Lienzo) y Belén Arias, presidenta de la Academia de Gastronomía de la Comunitat Valenciana.

Familia de la huerta

La historia de Bon Aire se remonta al año 1981. Según explica el restaurante en su página web, fue construido por sus propios fundadores, Francisco Roig Alexandre y Maria Romero Torrentí, junto a sus hijas Ángeles y Rosa. Una familia de la huerta de Valencia y conocedora de la tradición valenciana.

Un día, mientras le daban forma a su negocio, se levantó un fuerte viento y Francisco añadió que hacía un "mal aire", a lo que los demás respondieron, que en realidad hacía un "bon aire".

"De esta anécdota, recordada con mucho cariño, surgió el nombre de Bon Aire. Una brisa llena de amor y pasión, que produjo que una familia construyera lo que ahora se conoce como el Restaurante Bon Aire", apuntan.

Su cocina está basada en la gastronomía tradicional valenciana. En su carta no faltan platos con gran historia, que recuperan con mucho orgullo. También tiene su lugar la innovación, ya que adaptan la riqueza de la tradición que defienden, a nuevos formatos.

"Nada de esto podría haber sido posible sin la visión y el gusto de nuestro chef Raúl Magraner", destacan.

Magraner ha sido galardonado con varios premios culinarios, como el primer premio en el Concurso Internacional de Paellas Valenciana de Sueca 2018.

En la actualidad, están también en el equipo la tercera generación de la saga familiar.

Elena Marco, como jefa de sala, y Borja Marco, como jefe del paellero, nombrado ganador del tercer premio en el Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca 2023. Ambos continúan las enseñanzas de su familia, "desde la tradición y hacia la modernidad".

Una isla en l'Albufera

El Palmar ofrece unos atardeceres espectaculares y está tan solo a unos 20 kilómetros de Valencia.

Antiguamente, El Palmar era una isla de l'Albufera. La única manera de entrar o salir del pueblo era en barca. La gente vivía de la pesca en el lago y el cultivo del arroz.

En la actualidad, el único medio que hace que ya no sea una isla son los tres puentes que se construyeron para comunicar El Palmar con las carreteras principales.

Atardecer desde El Palmar.

Atardecer desde El Palmar. TURISME GVA

La vivienda tradicional eran las barracas. En 1854 había en el pueblo 65 barracas y una ermita, según la información que recoge el parque natural.

Al año siguiente, hubo un incendio que arraso con casi todo el pueblo y, a partir de este acontecimiento catastrófico, la construcción de sus futuros hogares serían las típicas casas unifamiliares.

Las tradicionales barracas valencianas estaban hechas de cañas y barro, el nombre de la célebre novela de Vicente Blasco Ibáñez.

A principios del siglo XX, el escritor valenciano estuvo viviendo durante una larga temporada en este pueblo. Después de empaparse de la esencia de este fascinante ambiente, publicó la novela de Cañas y Barro teniendo l'Albufera y El Palmar como escenarios.

La adaptación de esta novela en la serie Cañas y Barro generó una increíble fama a este pequeño pueblo de pescadores.