José Antonio Alapont, el parricida de Sueca acusado de asesinar a su hijo de 11 años para hacer daño a la madre, de la que se había separado, confesó este martes que acuchilló al niño en varias ocasiones tras discutir con él la mañana del domingo 3 de abril de 2022.
El acusado relató con absoluta frialdad y muy pocas palabras cómo se produjo el espantoso crimen. "Discutimos porque Jordi me dijo que yo no era su padre y, a partir de ahí, nos cogimos y pasó todo lo que pasó. Lo cogí del cuello y Le clavé el cuchillo".
Según su versión, Jordi "se quedó quieto", aunque las pruebas practicadas al cuerpo revelaron que intentó defenderse. El parricida sí reconoció que dejó que su hijo hablara con su madre mientras lo estaba asesinado, lo que le prevocó un profundo dolor a la mujer, la llamada violencia vicaria, una forma más de violencia de género que agrava el crimen.
"Su madre llamó a Jordi" y permitió que cogiera el teléfono, puntualizó. "Recuerdo que sonara el teléfono, pero no más. El niño lo cogió y gritó. Eso fue así, pero no recuerdo si seguí acuchillando el niño".
Según su versión, Jordi no habría muerte si su madre no se hubiese separado de él. "No creo que hubiera ocurrido esto. Jordi no tenía que pagar los platos rotos". José Antonio se justificó ante el jurado manifestando que llevaba dos días consumiendo muchísimo alcohol y que tiene un familiar diagnosticado de esquizofrenia.
Un jurado popular juzga desde este martes al padre acusado de matar a su hijo de 11 años en abril de 2022 en Sueca, un municipio de la provincia de Valencia, con la intención de "causar dolor" a la madre según la Fiscalía, a la que había maltratado, tanto física como psíquicamente, durante el matrimonio de ambos.
El hombre está acusado de haber acuchillado al menor en varias ocasiones el 3 de abril de 2022 en su domicilio en la localidad valenciana de Sueca.
Alapont solo quiso responde al abogado de la Generalitat Valenciana -se persona en todos los casos de violencia de género- y a su defensa.
Al final de su declaración, llegó a asegurar con contundencia que era la persona "que más quería" a su exmujer y a su hijo.
Fallo judicial
El acusado se divorció de su esposa y madre de la víctima en septiembre de 2021 en un proceso de mutuo acuerdo en el que se decidió que ambos tendrían la custodia compartida del menor.
La víctima, Jordi, que acababa de cumplir 11 años, se encontraba en el domicilio de su padre a pesar de que éste tenía una orden de alejamiento respecto de la madre. Los juzgados de Familia y Violencia de Género no estaban conectados entre sí y por eso no se detectó la decisión.
El hombre asesinó a su propio hijo, según mantienen la Fiscalía y el resto de acusaciones del caso, para causar a la madre el niño el mayor dolor de todos los imaginables, como colofón de toda una vida de agresiones y malos tratos tanto psíquicos como físicos.
Tal y como mantienen las mismas partes, el hombre menospreció a su mujer a lo largo del matrimonio delante de amigos, familia y compañeros de trabajo. Cuando ella decidió separarse, comenzaron los golpes y los malos tratos físicos.
Tras ello, la mujer cogió a su hijo y se marchó a vivir con sus padres a la localidad vecina de Cullera. El acusado siguió llamándola y con amenazas y en agosto de 2021 se presentó en la casa de sus suegros para exigir que le entregaran al niño.
Inmediatamente después, la mujer presentó una denuncia contra él y se dictó sentencia condenatoria contra el hombre, en la que se le imponía una medida de alejamiento por ocho meses.
Pese a la sentencia, José Antonio negó este martes de manera reiterada que pegara a su mujer o que la insultara. "Reaccioné malamente -por la separación-, pero no la insulté nunca".
Custodia compartida
En septiembre se dictó la sentencia de divorcio, de mutuo acuerdo y por un juzgado de Familia, con custodia compartida, tras la cual el acusado mantuvo con su hijo las visitas que le correspondían y cesó en todo acto hostil respecto de su exesposa.
Hasta los días inminentemente anteriores al domingo 3 de abril de 2022, en que comenzó de nuevo a llamarla pidiéndole que le llevara al menor, que cumplió los 11 años el día 1, tal y como reconoció este martes.
La defensa del acusado trata ahora de introducir algún tipo de circunstancia atenuante para lograr una condena menor.
"En 2022 estaba con una incapacidad en el trabajo por depresión y alcoholismo y estaba tomando medicación para la ansiedad", declaró.
La vista empezó con la formación del jurado, la declaración del acusado y de la madre de Jordi, aunque esta última se realizó a puerta cerrada y detrás de parabán.
Tras el crimen, el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ propuso que se establezca un sistema de alertas en los sistemas procesales para que todos los Juzgados de Familia conozcan si una mujer ha denunciado y tiene una sentencia condenatoria, porque en estos casos están obligados a suspender el régimen de visitas a los menores.