Elena Álvarez Rodríguez es médico especializado en Neurología y, actualmente y desde el 2015, trabaja en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Álvarez, que inició su residencia en esta especialidad en 2010, fue una de las ponentes en la jornada sobre Esclerosis Múltiple organizada por AVEMPO -Asociación Viguesa de Esclerosis Múltiple- en la Fundación Sales para tratar de abordar, junto a 70 asistentes -pacientes y familiares-, la gestión de la sintomatología de esta enfermedad y los mitos a su alrededor. Al mismo tiempo se buscó, desde una óptica profesional y médica pero también de cercanía, solventar las dudas y preocupaciones de aquellas personas que tienen que vivir con E.M., una dolencia sobre la que cada vez se sabe e investiga más, pero que es necesario seguir visibilizando.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad autoinmune, desmielinizante -afecta a la mielina, la vaina que recubre al axón, es decir, a una de las partes de la neurona- y crónica, ya que, a día de hoy, no cuenta con un tratamiento que permita terminar con ella puesto que se desconoce su causa. "El problema es que, en esta dolencia, las defensas de la persona que la padece se confunden y atacan a su propia mielina como si fuese un agente extraño, es decir, un virus o una bacteria", explica la facultativa. "Suele detectarse entre los 20 y los 40 años y es más frecuente en mujeres", añade.
Hay dos tipos de E.M. la que cursa en brote o, también llamada remitente-recurrente -se trata, generalmente, con corticoides-; y la progresiva, en la que los síntomas son progresivos desde el inicio y para la que existe un tratamiento que procura frenar el empeoramiento. Para la primera hay, a día de hoy, más fármacos. Se trata, con ellos, de disminuir las probabilidades de brote y, por extensión, la de que el paciente acumule secuelas y aumente su discapacidad. "La enfermedad tiene dos vertientes: Una parte inflamatoria y otra neurodegenerativa. Al principio se pensaba que la primera era la parte inicial, pero ahora se ha comprobado que no es así. Hay inflamación, pero también existe cierta degeneración desde el inicio", subraya la neuróloga. "El organismo tiene mecanismos para remielinizar los axones, pero dichos mecanismos también se agotan. Al final se acumula discapacidad por las secuelas de los brotes y por la propia progresión de la enfermedad", añade.
Se conoce, a día de hoy, que la E.M. no es hereditaria, sino que existe una predisposición genética a padecerla y son varios los genes implicados. "La teoría es que sobre un individuo, predispuesto genéticamente, actúan distintos factores externos provocando la enfermedad", señala la especialista.
Es importante, en definitiva y según apunta la facultativa, "tratar cuanto antes y con un fármaco eficaz" la Esclerosis Múltiple.
Contacto entre profesionales, familiares y pacientes
Álvarez Rodríguez considera "fundamental" que haya un contacto habitual entre los profesionales implicados en el tratamiento de la enfermedad, los pacientes y las familias. Precisamente, en el encuentro de Vigo estuvo presente César Sánchez, enfermero del Álvaro Cunqueiro -en donde el número de pacientes con Esclerosis Múltiple, en aumento, supera los 700- y Marta Torrente, neuropsicóloga del mismo hospital. "También es importante la formación, la información y la divulgación de la enfermedad", apunta la neuróloga ourensana. "Es una enfermedad que cada vez es más conocida y esto es necesario que sea así, sobre todo, para detectar la sintomatología más frecuente", añade. En este extremo, por un lado está los síntomas que aparecen con la dolencia: Dificultades para caminar, la pérdida de coordinación o sensibilidad, el deterioro cognitivo, los calambres o la fatiga; y por el otro, los más iniciales, -en un paciente aparentemente sano que "debuta" con la E.M.-, como una inflamación del nervio óptico o una inflamación de la médula espinal.
Con respecto a lo anterior, la E.M. se conoce como la enfermedad de las "mil caras" y es que sus síntomas pueden llegar a ser muy variados y específicos. "De ahí que no sea fácil diagnosticar la Esclerosis Múltiple", asegura la doctora. "Por eso es vital ese contacto e información entre pacientes, especialistas y familiares, pero también la divulgación entre la propia comunidad médica que no sea experta en E.M.", añade.
Por otro lado, la facultativa incide en que la familia debe involucrarse en el tratamiento y conocimiento de la enfermedad: "La familia tiene que entender qué significa este diagnóstico. Muchas veces se confunde la E.M. con la Esclerosis Lateral Amiotópica, la ELA, que no tiene nada que ver. Tienen distinto pronóstico y tratamiento ", asegura la médico.
Romper mitos
El avance en el conocimiento de esta enfermedad ha contribuido a romper algunos mitos relacionados con la práctica del ejercicio físico o el embarazo de las mujeres que padecen E.M. En el primer caso, la neuróloga asegura que es importante mantener "un ejercicio físico regular" puesto que éste tiene beneficios físicos y cognitivos y, de aparecer un brote, la recuperación será mejor. Sobre el embarazo, añade que es posible siempre que haya una programación previa del mismo y en consonancia con el estado de salud de la paciente: "El tratamiento de E.M. no se puede mantener durante el embarazo, pero, en este periodo, hay una cierta protección natural que frena la aparición de brotes. El problema es después, que puede incrementarse esa probabilidad", cuenta. "Con planificación las cosas pueden ir bien. La E.M. no afecta al feto", añade.
Sobre la alimentación en pacientes con Esclerosis Múltiple, la facultativa asegura que, la más recomendada es la Dieta Mediterránea.
Por último, Elena Álvarez reconoció que en las jornadas se puso encima de la mesa el miedo existente entre muchos pacientes a terminar en una situación de movilidad reducida: "Ahora la enfermedad se diagnostica antes y se trata antes con medicamentos más eficaces. La posibilidad de terminar en una silla de ruedas, obviamente, ha disminuído", concluye, rotunda, la médico.