"Hacía falta algo así", es la frase más repetida en Vilanova de Arousa desde que el pasado mes de septiembre arrancase A Cofradría-Taberna Cultural, un renovado proyecto hostelero con la música y otras expresiones artísticas como telón de fondo. La idea surgió durante el confinamiento, entre las charlas cotidianas de un grupo de amigos de toda la vida: Nolo Chazo, David Piñeiro y Joaquín Santos. "Veíamos que había un déficit en Vilanova y es que no había un local donde pudieses tomar algo tranquilo, con una iluminación tenue, algo de buena música…", relata Joaquín. Aquel sería el primer planteamiento. El siguiente les llevaría automáticamente a la Casa do Mar de la localidad, un emblemático edificio condenado hasta entonces al más estricto abandono, situado en la Praza do Parque y con unas vistas privilegiadas al mar. "Al final es un edificio de toda la vida aquí en Vilanova, a donde venía siempre la gente y eso queremos intentar mantenerlo", indica Santos.
Tenían el espacio y la idea principal, ahora sólo les faltaba encontrar el enfoque adecuado. Después de sopesar múltiples opciones de negocio, los tres se decantaron por aquella que pensaron que más les permitiría llegar a un gran número de vilanoveses, ―y a otras gentes de la comarca e incluso foráneos― es decir, un bar. "O bar serve como nexo de unión de mogollón de cousas, e todo o mundo vai alí…Entón podes ter música, historias para nenos, ferias gastronómicas", continúa Nolo. Además, la experiencia les avala en lo que a grandes proyectos culturales se refiere, ya que este trío de emprendedores fue también el organizador de uno de los festivales emergentes más reconocidos del municipio, el Rockin’ Vila.
Una apuesta por y para Vilanova
Una de las principales premisas sobre las que se cimienta el proyecto de A Cofradía la resumían ambos socios a la perfección en una sólo frase: "nosotros lo que queremos es cuidar a la gente del pueblo". En una localidad tan en auge turístico como lo es Vilanova de Arousa, lo último que pretendían los propietarios era convertir el local en otro bar destinado al visitante y a los meses de verano. "Queremos enfocalo máis hacia a xente de aquí porque no fondo é a que che da de comer todos os días", asegura Nolo.
En ese sentido, la respuesta del pueblo ante la apertura del local fue desmesurada y en su primer fin de semana de puertas abiertas, el ir y venir de personas en A Cofradía se pudo apreciar ―y se sigue haciendo― desde bien entrada la mañana hasta las últimas horas de la noche. "Al principio no contábamos con que hubiese tanto ajetreo y tanta gente por aquí", reconoce Joaquín. "Parecía esto unha cidade de estudiantes… os xoves de Compostela", cuenta Nolo. De hecho, tal y como aseguran, "los dos extras que tenemos ahora el fin de semana los tuvimos que contratar al siguiente día de la apertura".
Y es que casi sin quererlo, estos tres amigos han conseguido dar con una fórmula capaz de aunar a los perfiles más variados bajo un mismo techo: "la verdad es que nos sorprendió porque hay gente de todos los palos. Igual una noche esta una familia con los niños tomándose unos cafés y al lado una mesa de chavales pidiéndose unas copas", explican. Entre toda esa confluencia de públicos, ambos socios reconocen que les gustaría que A Cofradía se convirtiese en ese lugar de encuentro al que ir sin avisos previos, ese sitio seguro al que acudir porque sabes que siempre habrá alguna cara conocida camuflada entre las mesas.
El plato fuerte: cultura por doquier
Mad Martin Trío, Joao Tomba, La Duendeneta… Así sonaba el cartel de apertura del primer fin de semana de A Cofradía-Taberna Cultural, que ha seguido manteniendo un ritmo sin pausas de conciertos programados para sorprender a su clientela semana tras semanas. En lo que se refiere a la música, la disparidad de grupos y géneros está más que asegurada, ya que sus propietarios reconocen que "no sé cierran a nada", aunque la "línea conductora siempre va a tirar un poco hacia el rock, que es lo que nos gusta a los tres", precisa Joaquín. Así que melómanos de la comarca están de suerte, ya que la música será, sin lugar a dudas, uno de los platos fuertes de la cara más cultural de A Cofradía.
"Ahora en invierno, la idea principal es meter uno o dos conciertos los fines de semana", explican, aunque no descartan fijar alguna fecha también entre días laborables si tienen la oportunidad y la banda lo merece. "Este ano porque fomos bastante pillados, se nos foi o vran, pero para o que ven seguramente intentemos programar conciertos un pouquiño máis grande, tamén na praza", confirma Chazo. Pero además de la música, otras expresiones artísticas tendrán su espacio en A Cofradía: desde recitales a micros abiertos, improvisaciones, exposiciones o incluso pintura en vivo, las posibilidades son infinitas y desde el equipo trabajan día a día por difundir cada vez más la cultura desde este rincón de Vilanova de Arousa.
Pinchos, desayunos y cervezas premium
A Cofradía no se conforma sólo con ser y estar, sino que la vocación del equipo es la de posicionar al local como un lugar de culto en Vilanova de Arousa. Por esa razón, más allá de la función primaria del bar ("que e darlle de beber ao personal", bromea Nolo) y la diferencial en favor de la cultura, la intención de los integrantes es la de implementar el tema de los desayunos, y quizás, en un futuro, también pinchos más elaborados, para "comer coas mans, para compartir e para que estes tomando unhas cervezas e teñas algo ao que botarlle a man a parte da mítica tapiña que poñemos sempre", aclara Chazo.
En cuanto a los desayunos, Joaquín nos explica que es una de las cosas que pensaron introducir desde un primer momento. Aunque, por diferentes circunstancias, los clientes de A Cofradía tendrán que esperar al menos un mes o dos hasta que la carta definitiva de almuerzos este confeccionada. La idea es introducir "desayunos completos, tostas y zumos" como base, además de mantener siempre una responsabilidad con el medio ambiente en lo que respecta a los envases y productos. "Tiramos moito de producto de kilómetro cero, de producto de aquí. De congelados o ultracongelados intentamos ter o minimísimo. Por exemplo a tapa de hoxe e con atún dunha conserveira de aquí, pementos de unha labrega de aquí, e pan de unha panadería de aquí", relata Nolo. "El café por ejemplo, tenemos una gama ecológica, que por aquí en Vilanova no la tienen en ningún sitio. Cuando nos lo ofrecieron desde la distribuidora pensamos que encajaba bastante bien con nosotros y a la gente de momento le está gustando", agrega Joaquín.
Además de la vertiente gastronómica de A Cofradía, las cervezas son otro de los productos que sus dueños quieren ir seleccionando con criterio, añadiendo bebidas que se alejen de lo habitual, como la variedad de americanas que ya tiene en carta. "Queremos chegar a ter ao mellor unha carta dunhas cuartenta referencias, estudando sempre as posibilidades", reconocen. "Así aproveitamos o bar, xa que ven xente de todos os paus, para educar a peña neses hábitos cervezeros (…) e tamén no que respecta ao cultural e musical", aseguran ambos socios, confiados de que este renovado proyecto hostelero dará mucho de lo que hablar en Vilanova de Arousa.