La música corre por las venas de Daniela Díaz Costas desde que nació en Vigo en 1997, no sorprende que haya sabido ganarse un espacio en el pop nacional. Con una voz dulce, ritmos pegadizos y letras repletas de sinceridad, dani conquista desde el primer acorde y resulta casi adictiva.
Sus padres son Rosa Costas y Silvino Diaz, miembros de Aerolíneas Federales, y su tío Miguel Costas, de Siniestro Total. "Aunque cuando yo nací Aerolíneas ya había desaparecido, forman parte de mi vida como una etapa importantísima del pasado de mi familia", confiesa la joven viguesa.
Poco tiene que ver su música con la de su familia. De hecho, es difícil sacarle parecido con cualquier artista conocido. Lo que ha heredado de sus padres, dice, es el amor por la música: "son unos grandes melómanos y han sabido transmitírmelo, en mi casa siempre están sonando artistas nuevos y la música está presente en cualquier escena".
Con la música en las venas y muchas letras en la mochila, Dani se fue a Madrid para hacer unas prácticas empresariales en El Volcán Música, la que luego se convertiría en la discográfica que publicaría su primer disco. "Estudiaba Publicidad en Pontevedra y me fui a hacer prácticas de mi carrera allí, no trabajaba para ellos como artista. Fue en un concierto en la sala Lucy in the Sky cuando muchos compañeros vinieron a verme y decidieron contratarme como artista".
La juventud en un disco
Veinte es exactamente eso: la juventud de Dani encerrada en ocho canciones. "Compuse la primera con 18 años y terminé de escribir el disco a los veinte: refleja perfectamente el fin de la adolescencia y la entrada en la juventud", dice. Ella compone todas sus canciones y así lo ha hecho con su primer disco, "excepto Hoguera existencial, que es un regalazo de Nacho y Mauro Canut".
Aaron Rux, productor musical y compositor del sello El Volcán, fue quien guio a dani en sus primeros pasos para grabar el disco. "Fue él quien me ayudó a darle ritmo a mis canciones, yo las tenía todas en acústico y él les dio ese ritmo pegadizo". Así han logrado crear un disco que bebe del indie, del pop, de la música electrónica… de un sinfín de melodías e influencias que lo hacen único.
"Cuando llegué a la discográfica Aaron me preguntó por mis influencias y le envié una lista que tiene desde ABBA hasta Bad Bunny, tenía todas las canciones con las que conecto especialmente, pero no hay artistas que me hayan marcado como influencia", dice Dani. Por eso hace una música tan fresca y especial.
Crear durante una pandemia
Dani no había publicado su disco cuando llegó la Covid-19. "Por suerte habíamos grabado todo el disco, pero la pandemia vino y todos mis planes de 2020 cambiaron por completo". Veinte iba a salir a finales de marzo, pero la difícil situación del sector cultural hizo que se pospusiese un lanzamiento que en aquel momento no tenía sentido.
"La discográfica tenía que buscar el momento correcto para publicarlo, no se puede lanzar sin saber si vamos a poder llegar al público", reconoce la cantante viguesa. Por eso terminó saliendo a la luz en julio. "Vivimos toda esa primera mitad de año con muchísima incertidumbre, no sabíamos cuándo podríamos presentar el disco".
Hubo que esperar hasta diciembre para que los astros se alinearan y permitieran que Dani presentase su disco en una sala madrileña. "Sí que tuve algunos conciertos en verano, pero ninguno fue la presentación oficial del disco, queríamos que fuese algo especial y por eso esperamos hasta finales de año".
Ahora dice que continúa trabajando en nuevas canciones mientras sigue programando conciertos para los próximos meses. "No sabemos qué pasará en verano, así que no hago planes a largo plazo: me conformo con saber qué pasará el mes que viene".
Por ahora Dani tiene confirmados conciertos en Madrid, Valencia y Valladolid, y sueña con que "pronto se puedan hacer conciertos en Vigo, que es donde más ganas tengo de presentar Veinte: me muero de ganas por volver a casa a enseñar mi música".