Hace no tanto tiempo la riñonera era un objeto desfasado que había triunfado entre los años 80 y 90 y que ya solo utilizaban los vendedores ambulantes o los empleados de las gasolineras; porque, todo sea dicho, este pequeño bolsillo al alcance de nuestras manos, puede resultar uno de los complementos del sector moda más útiles y cómodos que se hayan fabricado jamás. Quizás ahora, en los tiempos del smartphone, podría llegar a competir seriamente con las carcasas de móvil colgantes, que nos permiten tener nuestro teléfono cerca en cualquier momento y en cualquier situación.
Así, de ser algo completamente anecdótico que nos llevaba a rememorar viejos tiempos como los del El Príncipe de Bel-Air o Salvados por la Campaña, la riñonera ha regresado a nuestras vidas como una explosión de modernidad. Incluso muchos de aquellos que no se lo acababan de creer, ya se han subido al carro del "nuevo" complemento de moda. Un renacimiento en toda regla del que ya prácticamente todas las marcas son partícipes.
La compañía viguesa Bimba y Lola, por ejemplo, retoma este imprescindible de los 90 en su nueva colección This is Cosmic, en la que este producto tiene además una singularidad y es que es de venta exclusiva online. Con diseños en piel verde y color ciruela, se puede adquirir en su web por 155 euros. La página cuenta, no obstante, con distintos modelos con precios comprendidos entre los 44 y los 115 euros.
El buque insignia de Inditex cuenta con decenas de modelos
El gigante de la moda Inditex cuenta en la página web de su buque insignia, Zara, con una colección de riñoneras de lo más variopinta. Con modelos para toda la familia, encontramos decenas de opciones con distintos tejidos, materiales y diseños. Si hace uno o dos años aún no estábamos seguros de si este remake funcionaría, hoy ya no cabe la menor duda: la riñonera ha vuelto. Y aunque no sabemos si lo ha hecho o no para quedarse, sin duda, encontrar una a nuestro gusto no resultará difícil, la variedad de marcas y diseños es inmensa. Eso sí, la riñonera, hoy, se lleva al hombro. Y tú, ¿te subes?