Con dos años recién cumplidos, O Farol aterrizó en Vigo impulsado por el local originario de Bueu, un lugar de referencia para los amantes de la pizza y de la música. Este hermano pequeño está en manos de Noel Agulla; el hermano mayor, el referente, rondando los 40, en las de Manolo y Elena, sus padres.
En la cabeza de Noel siempre estuvo la idea de replicar el negocio de sus padres en otra ciudad, pero su camino se bifurcó hacia Madrid para estudiar un master de Publicidad e Identidad Corporativa; en la capital, la parada duró más de lo necesario. "Llegó un momento en el que decidí que necesitaba un cambio en mi vida", asegura. Un cambio que se llamaba O Farol. En Vigo. Y con la hoja de ruta marcada.
"En el master, en la parte de investigación de mercado, hice un estudio casi real de la viabilidad de este proyecto en Vigo". Fue hace 13 años, y en aquel trabajo ya intuía que el Casco Vello, todavía desperezándose de sus peores etapas, era el futuro. Acertó de pleno y ya auguraba, más o menos, su futura ubicación: la Plaza de Compostela. Un lugar complicado para la hostelería, ya que el precio del alquiler supone una parte tan importante de los gastos y es difícil salir adelante. "Ese es un fallo estructural de la economía de este país", asegura Noel.
Con O Farol de Bueu en la mente
A principios de julio de 2019, O Farol abría sus puertas en Vigo. Lo hacía con su hermano mayor en la memoria… y en el estilo interior. "De O Farol de Bueu intenté llevarme todo lo que pude, incluso alguna pieza de decoración es de allí, también el diseño de las mesas altas con el barrote vertical. Y por supuesto, la filosofía de trabajo y de atención", confirma Noel. La nueva apertura fue también una oportunidad para repensar un negocio con 38 años a sus espaldas: una carta más reducida, un diseño más adaptado a sus necesidades y otra organización de los espacios.
Era complicado salir del ala protectora de un negocio que ha crecido casi contigo. O Farol en Bueu abrió sus puertas en 1983, y Noel nació un año después. De hecho, aquella víspera de la noche San Juan en la que sus padres ponían en marcha el negocio, lo hacían sin rótulo en la entrada, sólo un farol. De ahí que los clientes habituales lo bautizasen así, un nombre que se quedó para siempre.
El camino en Vigo comenzaba en ese 2019 de las navidades populosas, de la noria gigante y del mercadillo en la Alameda. Es decir, un público potencial para un negocio con pocos meses de vida que ponía la vista en los meses posteriores a diciembre, expectante de cómo le entraría por los ojos a todos aquellos que buscaban un lugar donde comer o cenar entre la marabunta del centro. Pero dos meses después llegó la pandemia.
"Todavía hay clientes habituales que me preguntan estos días si ya he recuperado la normalidad… Yo les digo que todavía no sé cuál es mi normalidad, y más con esta situación", dice Noel.
Pizzas con receta especial
A pesar de todo, O Farol continúa en pie. Lo hace con una carta que, ahora, presume de pizzas y de tapas variadas. Estas últimas, sencillas y tradicionales, dándole importancia al producto. La pizza, con masa receta de su madre. "Cuando la empezó a servir en Bueu, la gente no sabía qué era eso y tenía que explicarles que era como una empanada pero sin tapa", cuenta Noel. Esa receta perfeccionada a lo largo de los años es la misma que se elabora en las cocinas del local de Vigo. "Allí empezamos con ingredientes básicos, como jamón, bacon, champiñones… pero luego le empezamos a añadir otros más novedosos".
De hecho, la pizza de pulpo es, asegura Noel, su "gran aportación al mundo". "Servíamos una receta de mi abuela de pulpo y cuando no se terminaba, nos teníamos que deshacer del producto, así que yo propuse hacer una pizza de pulpo". Desde ese día es una de sus señas de identidad. También lo es la relación con la cultura y la música.
"En Bueu, el local siempre ha tenido mucha relación con esos dos mundos". Por ejemplo, Mateo Gil eligió el título de su película "Blackthorn" por una de las botellas que estaban en el bar. Con la música, la relación es todavía más profunda.
Aniversarios con música en directo
"En el 25 aniversario montamos un pequeño festival, y repetimos cuando cumplió los 30", recuerda Noel. Los Coronas, Josele Santiago, Mastretta o los Tiki Phantoms fueron parte del cartel de aquellos festivales para, después, convertirse en parte de la familia de O Farol. En aquel primer festival, cuenta Noel, se produjo una situación que refleja el profundo vínculo que tienen con el pueblo.
"El escenario cubierto que teníamos contratado, salió de Santiago y nunca llegó". Un problema que se solucionó con la aportación de todos. La empresa de sonido montó una pequeña estructura para un toldo, la comisión de fiestas puso su palco, el Club Náutico, las velas de los barcos… y el festival se celebró sin problema. Es más, fue "una noche mágica".
Ese "hacer comunidad" es el objetivo que tiene entre ceja y ceja Noel. También el de, poco a poco, abrir el local a exposiciones, presentaciones de libros o conciertos. Para que la luz que alumbra en Bueu sea la que guíe el camino en Vigo del nuevo O Farol.