Si todo sale según lo previsto, este sábado a partir de las 19:00 horas se cerrará un ciclo que será a su vez el principio de una nueva aventura para los hermanos Pablo y Óscar Estévez. Hace ya una década, ambos hosteleros quisieron hacerse con el establecimiento del antiguo Cine Don Juan en Vilalonga (Sanxenxo), pero entre la crisis y el precio desorbitado del alquiler, el sueño del momento terminó por convertirse en utopía. Fue entonces cuando decidieron poner en marcha el bar O’Spa en el número 19 de la Avenida Vilar, que ahora cerrará sus puertas para trasladar parte del negocio al histórico espacio, situado a escasos metros del local.
Casi cuarenta años han pasado desde la última proyección de este mítico cine de la comarca do Salnés allá por la década de los años 80. Sin embargo, muy pronto, el renovado proyecto de los hermanos Estévez concederá una segunda vida hostelero-cultural al espacio, cuya gran apertura está prevista para este primero de octubre ―coincidiendo con el aniversario del bar―con una programación especial que promete no dejar a nadie indiferente, entre gastronomía, sala de juegos, sorteos y regalos, música en directo, humor, magia e incluso una sesión DJ que pondrá el broche de oro a la tan ansiada jornada de presentación. "Esperamos que a xente quede contenta co que fixemos aquí dentro, coa reforma, e que sexa do gusto de todos", comenta Óscar. "A idea tamén era darlle ao pueblo un pouco de vida, é unha cousa da que nos sentiríamos moi orgullosos", añade.
El nuevo comienzo del bar O’Spa
Desde que se diese a conocer la noticia el año pasado, un halo de secretismo ha envuelto el proyecto y la nueva actividad del antiguo Cine Don Juan. Meses de expectación llegan ahora a su fin tras un minucioso trabajo de remodelación y puesta a punto: "A xente que coñecía esto vai ver moitísimos detalles que xa estaban anteriormente, aínda que hai cambios importantes", explica Pablo Estévez. "Estes meses foron bastante duros, tivemos que modificar a folla de ruta en varias ocasións", reconen ambos propietario sobre los cambios en las fechas de apertura. Y es que la intención en un principio era iniciar la actividad el pasado mes de mayo, pero la falta de suministros, mano de obra e imprevistos derivados terminaron por retrasar la inauguración, que finalmente será este sábado 1 de octubre a partir de las 19:00 horas y contará con la presencia de artistas como Adrián Torres, Pedro Volta, Pepo Suevos y Bruno Canario.
Uno de los cambios más significativos en la estética del establecimiento se encuentra en el lugar que antaño ocupaba el patio de 600 butacas, hoy convertido en un "salón multifución" de dos alturas. "Conservamos a pantalla e vamos a volver a proyectar cousas", adelantan ambos propietarios sobre el rumbo que tomará este incipiente negocio. "Música, humor, teatro… lo hemos convertido en un gran salón de espectáculos", agregan. Sobre la programación cultural que tendrán a lo largo del año, tanto Pablo como Óscar reconocen que la intención es programar eventos de manera regular. "Temos boas ofertas sobre a mesa, pero queremos ir pouco a pouco, dando pasos firmes", comenta Óscar.
En su faceta más gastronómica, el antiguo cine contará con zona de cafetería y restaurante, con un reservado acristalado que permitirá a sus comensales disfrutar de la experiencia culinaria y cultural a un mismo tiempo. Además, la clásica carta del bar O’Spa también estará disponible en el nuevo espacio: "básicamente, como se suele decir, si algo funciona é mellor non tocalo", asegura Pablo. Entre las novedades más destacadas del recetario, los desayunos, las tapas, los vinos y cervezas de bodega cobrarán un especial protagonismo para ofrecer una oferta que abarque el grueso del horario del local, que abrirá entre las 7:30 de la mañana y las 2:30 de la madrugada.
Breve historia del cine Vilalonga
Para conocer la historia de este emblemático de la cultura en Vilalonga es necesario remontarse primero hasta los primeros años del siglo XIX. En aquella época, Juan Torres Dominguez era conocido en toda la zona por ser un importante empresario que regentaba numerosos negocios ―hasta llegó a ser teniente de Alcalde en 1917―como ultramarinos, tabernas o billares, entre otros. Cuando este falleció, la situación económica de la familia era tan buena que permitió a sus descendientes, Juan Francisco y Andrés Torres Iglesias, construir el Cine Torres en 1934, lugar en el que por aquel entonces se llevaban a cabo bailes y se proyectaban únicamente películas de cine mudo.
No sería hasta terminar la Guerra Civil que ambos hermanos Torres se harían con una cámara sonora y pasarían películas a una peseta por butaca. También cabe destacar que a partir del año 1960 el espacio sufre una gran reforma debido a una ley que obligaba a los propietarios a habilitar una zona para fumadores. Tiempo después, el negocio cerraría sus puertas durante un año para reabrir en 1976 ya rebautizado como Cine Don Juan, en un edificio de 30 metros de largo y 16 de ancho, con cerca de 600 butacas escalonadas hacia una pantalla que proyectó su última película en la década de los 80.