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Oro líquido: el caldo que hacen las abuelas gallegas que ayuda a fortalecer los huesos y rejuvenecer la piel
- El caldo de las abuelas gallegas es un exiliar para cuerpo y mente: un remedio casero lleno de colágeno para las dolencias de los huesos, los resfriados y hasta para la salud de la piel.
- Más información: El caldo casero de las abuelas gallegas que potencia la memoria y fortalece los huesos: un clásico del invierno
En Galicia, el caldo casero es mucho más que una simple receta; es una tradición que simboliza el cuidado y la calidez familiar. Este plato, preparado a fuego lento, ha sido durante generaciones el remedio por excelencia para combatir el frío, aliviar dolencias y reconfortar el espíritu.
El caldo gallego es un símbolo de hogar y cuidado. En muchas casas, se sirve como primer plato o incluso como comida completa, acompañado de pan gallego. Es también una de las primeras opciones cuando alguien está enfermo, porque, como bien dicen las abuelas, "cura todos los males".
En particular, cabe destacar que en Galicia, las abuelas tienen un caldo especial que se prepara con ingredientes ricos en nutrientes esenciales, ideal para fortalecer los huesos y aliviar los dolores articulares. Este caldo es un remedio tradicional para quienes sufren de dolencias óseas o simplemente necesitan un refuerzo en épocas de frío o recuperación.
Los ingredientes de este caldo son los siguientes, si bien es cierto que puede haber modificaciones. De hecho, es probable que cada abuela añada sus ingredientes preferidos. Eso sí, el toque mágico. es la propia paciencia que estas tienen a la hora de ponerse en los fogones. El resultado es un caldo rico en colágeno, calcio, y minerales esenciales:
- Huesos con tuétano: Los huesos de ternera o cerdo aportan colágeno, que es fundamental para mantener la salud articular y ósea.
- Gallina o pollo de corral: Su carne es rica en proteínas y también contribuye al colágeno.
- Chosco o lacón salado: Añade sabor y minerales.
- Grelos o nabizas: Estas verduras son ricas en vitamina K, crucial para la salud ósea.
- Patatas: Fuente de energía y potasio.
- Unto gallego: Aporta un sabor profundo y grasas esenciales que mejoran la absorción de nutrientes.
En lo que respecta a la elaboración de este plato, resulta bastante sencilla. Se han de seguir los siguientes pasos:
- Preparación inicial: Se lavan los huesos y se colocan en una olla grande con agua fría. Se añade un trozo de lacón o chosco y la carne de gallina o pollo.
- Se añade un trozo de lacón o chosco y la carne de gallina o pollo.
- Primera cocción: Se lleva a ebullición lentamente, retirando la espuma que se forma en la superficie para limpiar el caldo.
- Incorporación de alubias: Si se usan, se añaden alubias blancas remojadas.
- Verduras: Hacia la mitad de la cocción, se incorporan los grelos y las patatas troceadas.
- Cocción lenta: Se deja hervir a fuego lento durante varias horas, permitiendo que los huesos liberen todos sus nutrientes en el caldo.
Una vez ya terminado este caldo casero tan potente, te encontrarás con una receta muy beneficiosa para tu salud. De hecho, entre las propiedades por las que destaca cabe tener en cuenta que es importante para el fortalecimiento óseo, en tanto que el calcio y el colágeno de los huesos ayudan a mantener la densidad ósea y a prevenir problemas como la osteoporosis.
Además, ayuda a aliviar del dolor articular, en tanto que los compuestos derivados del colágeno pueden ayudar a lubricar las articulaciones y reducir el dolor. Y también tiene un efecto antiinflamatorio, debido a que las verduras de hoja verde y el unto gallego contribuyen con antioxidantes y grasas saludables que reducen la inflamación.
En definitiva, nos encontramos con un caldo reconstituyente debido a que es una receta altamente nutritiva que revitaliza el cuerpo en periodos de convalecencia o fatiga.
En cualquier caso, cada familia y región en Galicia tiene su versión particular de este caldo. En algunas casas se sustituye el grelo por repollo o se añade un poco de chorizo para intensificar el sabor. Otros prefieren un caldo más ligero, hecho solo con verduras y algo de unto.