Aunque la primavera está dejando un tiempo algo inestable en Galicia, el invierno ha quedado ya atrás y muchos aprovechan cualquier oportunidad para acercarse a los arenales gallegos. El Parque Nacional de las Islas Atlánticas, con las islas Cíes como su buque insignia y Ons reconocida como otra de las favoritas de los visitantes se convierten, cuando el tiempo acompaña, en uno de los planes más deseados tanto por los residentes en la comunidad como por aquellos turistas que vienen a pasar unos días a esta tierra.
Sin embargo, más allá de este reconocido gran archipiélago, Galicia esconde otra isla a la que muchos denominan "el Caribe gallego", un pequeño y paradisíaco rincón en el que disfrutar de un día de playa o hacer deporte, ya que se puede visitar realizando rutas en kayak. Con su flora y su fauna bajo protección, el Islote Areoso, ubicado en la Illa de Arousa, cuenta desde el pasado verano con un extra de cuidado por parte de la administración.
Así, este pequeño paraíso de aguas cristalinas y fina y blanca arena, requiere ahora un trámite administrativo para poder ser visitado durante los meses de verano. Aunque en un primer momento la Xunta de Galicia se planteó que no acogiera a más de 100 personas cada día, finalmente se fijó la cifra de visitantes diarios en 150 durante la temporada alta.
El Gobierno autonómico, con el objetivo de evitar la masificación y cuidar este paraje natural de la comunidad gallega, estableció tres turnos de visita diarios durante la temporada alta que, el pasado verano se estableció desde el 13 de mayo hasta el 30 de septiembre, ampliando los meses de verano. En este tiempo, la isla pudo visitarse en tres en horarios diferentes: desde el amanecer hasta el mediodía, del mediodía hasta las 16:00 horas y desde las 16:00 horas hasta el atardecer. Además, los visitantes deben rellenar un formulario antes del acceso e indicar el tipo de embarcación que se utilizará para llegar, el número de personas que acuden, el día y el horario seleccionado.
Si bien el turismo es uno de los sectores económicos más potentes de la comunidad gallega, la administración, cada vez más, ejerce su función protectora a la hora de acercarse a las joyas naturales que se ubican en Galicia. La famosa playa de Las Catedrales es otro de los lugares protegidos que requieren de autorización previa para su visita durante el periodo estival.