Entre la ría de Vigo y la ría de Pontevedra, escondida en la comarca de O Morrazo se encuentra la ría de Aldán, uno de esos lugares con encanto que albergan maravillas que la mayoría de la población aún no ha descubierto.
Las parroquias de Hío, Aldán y Beluso dan a sus costas, por lo que la ría de Aldán pertenece tanto al Concello de Cangas como al de Bueu.
Un detalle curioso es que este entrante profundo poco tiene de ría. Aunque popularmente se la denomine ría de Aldán en realidad es una bahía en las costas de O Morrazo, ya que no está generada por la erosión de ningún río.
¿Las playas con el agua más cálida de las Rías Baixas?
La ría de Aldán tiene una característica especial que enamora a todos aquellos que visitan sus playas. Además de contar con un microclima especialmente suave, algunos dicen que cuenta con unas aguas mucho más cálidas que las del resto de las Rías Baixas.
Evidentemente no hablamos de aguas calientes como las del Mediterráneo, pero las playas y calas de esta zona se encuentran muy resguardadas por los árboles y la topografía del entorno, generando una sensación muy agradable e impidiendo la entrada del viento y del oleaje. La temperatura del agua poco tiene que ver con la de otras playas más abiertas en las rías de Vigo y Pontevedra.
La arena blanca y el agua cristalina con un característico color verdoso hace de sus playas un paraíso inigualable. Esto es algo que saben bien los vecinos de la zona, que agradecen el hecho de que las calas vírgenes que abundan por sus costas sean tan poco conocidas. Y es que, normalmente, estas playas no suelen tener grandes cantidades de gente como sí ocurre en otras zonas más turísticas de Galicia.
Todas sus playas son espectaculares, pero las que han conseguido el distintivo de la bandera azul han sido Área de Bon, Menduíña, Areabrava y Vilariño. Eso sí, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha calificado la calidad del agua de todas las playas de Aldán como "excelente". Se trata de los pocos lugares en los que aún quedan playas vírgenes, es decir, que no han sido intervenidas por la mano del hombre.
Una visita a Cabo Udra y a Punta do Couso
En la ría de Aldán no todo son planes de playa. Cabo Udra y Punta do Couso delimitan cada uno de los extremos de este entrante costero y son dos visitas obligadas en la comarca de O Morrazo.
En Cabo Udra uno puede encontrarse con un paisaje impresionante, playas salvajes y una agradable ruta circular. Un sendero sencillo de 13 kilómetros en un espacio natural protegido que solo por las vistas ya merece la pena visitar.
También Punta do Couso supone una visita excelente para observar la inmensidad del océano y pasear por sus senderos. A través del "Camiño Vello de Couso" uno puede llegar a las playas del entorno y al faro.
El Bosque Encantado en Aldán
Para los que prefieran los planes entre la frondosidad de los árboles, el Bosque Encantado de Aldán es una opción excelente con la que uno puede dejar impresionados a los más pequeños de la casa.
Este mágico lugar se encuentra en la Finca de Frendoal, está en la parroquia de Aldán y perteneció a los Condes de Canalejas. El precioso castillo que se puede encontrar en este bosque iba a ser una zona de descanso para los condes, pero nunca llegó a terminarse y solamente cuenta con la fachada.
Se trata de un lugar extremadamente fotogénico en el que uno puede pasear sintiéndose el protagonista de un verdadero cuento de hadas.
El entorno de la ría de Aldán cuenta con infinidad de localizaciones especiales y desconocidas que merece la pena conocer. Lo más seguro es que con solo poner un pie en sus playas, senderos y bosques, este peculiar enclave de las Rías Baixas se convierta en el lugar favorito de todo aquel que tenga la oportunidad de visitarlo.