El paraíso del "birding" en las Rías Baixas se encuentra en la comarca do Salnés
El Complejo Intermareal Umia-O Grove se posiciona como una de las mejores zonas para la observación de aves. En todo el entorno de O Grove, el litoral de Sanxenxo, Meaño, Cambados y la Illa de Arousa, existen numerosos puntos para llevar a cabo la actividad
31 mayo, 2021 06:00El auge del turismo ornitológico en los últimos años ha hecho que muchos municipios de las Rías Baixas hayan apostado por revalorizar esta actividad e incluirla dentro de su oferta de ocio, por ejemplo a través de rutas homologadas (como las existentes desde Sanxenxo hasta Vilagarcía de Arousa) que transcurren por diferentes tramos de observación.
El vasto territorio de la comarca do Salnés tiene el privilegio de poseer una gran variedad de aves, tanto autóctonas como llegadas de todos los puntos del planeta. Esto es posible gracias a la suma de rincones para la anidación, reproducción y migración de los que este enclave de Galicia puede presumir, como grandes playas y calas, pequeñas lagunas, islotes deshabitados, marismas o acantilados escarpados.
¿Cuándo es el mejor momento para observar aves?
Si bien en cada época del año podremos disfrutar del vaivén de estos alados, en general la primavera y el verano son las mejores épocas para ello. El propósito de cada avistador marcará en gran medida la mejor fecha para disfrutar de los plumajes, comportamientos y variedades de pájaros de cada zona, ya que sin ir más lejos, muchas especies son visibles sólo durante determinados períodos.
En Galicia, la primavera alcanza su máximo esplendor durante el mes de mayo: los días son más largos, el sol empieza a calentar con más fuerza y las lluvias todavía son bastantes frecuentes. En este lapso de tiempo es cuando las aves residentes se encuentran en pleno proceso de cría y reproducción, y los movimientos en busca de comida para sus pequeños son reiterados. Las aves migratorias por su parte, ya se localizan en nuestros términos tras su llegada desde los lugares más calurosos de África.
Otro de los aspectos a tener en cuenta si queremos llevar a cabo la actividad de forma satisfactoria es el momento del día en que vayamos a hacerlo. Sin duda, las mejores horas para la observación de aves son las primeras de la mañana, tras el alba, así como las últimas antes de la caída del sol. Estos son los momentos de mayor actividad para los pájaros, ya que es cuando aprovechan para salir de sus lugares de descanso y alimentarse. Durante las horas centrales del día su actividad disminuye y es más difícil ver tantas concentraciones de aves.
O Grove: el epicentro del turismo ornitológico
El Complejo Intermareal Umia-Grove es una de las zonas de mayor atractivo para llevar a cabo la observación de aves acuáticas y marinas, no sólo de las Rías Baixas sino también de todo el norte de la Península Ibérica. Está declarado como Zona de Importancia Internacional para las aves (dentro del Convenio Ramsar), Lugar de Interés comunitario y Zona de especial protección para las aves. En conjunto, se trata de uno de los humedales más importantes de Galicia, donde cerca de 13.000 aves y más de 200 especies diferentes invernan cada año. Abarca los territorios más próximos al mar de los municipios de O Grove, Sanxenxo, Meaño, Cambados y la Illa de Arousa.
El todo el entorno que conforma la zona de O Grove y su ensenada, entre las rías de Arousa y Pontevedra, se reparten diferentes observatorios. El ecosistema natural del litoral de la comarca ―con sus campos de cultivo, juncales, lagunas y las antiguas explotaciones de arcilla, entre otros― ha hecho proliferar la presencia de una gran variedad de especies, muchas de ellas imposibles de ver fuera de aquí.
El Complejo Intermareal se extiende a lo largo de 7.300 hectáreas y alberga importantes concentraciones de aves como la Espátula, el Ánade Silbón o Rabudo, el Zarapito trinador, el Correlimos tridáctilo o el Ostrero euroasiático, entre otros. Los observatorios más importantes dentro del municipio de O Grove, aunque existen muchos más, se localizan en el entorno de A Lanzada, la laguna de A Bodeira o el Monte Siradella, donde se encuentra el Centro de Interpretación de la Naturaleza.
Sanxenxo, Meaño, Cambados y sus rutas "aladas"
La zona litoral que recorre estas localidades de O Salnés se llena de una punta a otra de rutas de senderismo que transcurren muy próximas a los humedales y las zonas de anidación de numerosas especies. Sin ir más lejos, la senda das Telleiras y Lagoas discurre a través de estos tres municipios, con un valor paisajístico y etnográfico ―también ornitológico― incalculable.
Por otro lado, cabe destacar el caso del municipio de Cambados, que ha destinado tres de sus senderos al turismo ornitológico: la Ruta de los Zarapitos o Mazaricos, en la cual se pueden contemplar una gran variedad de aves limícolas, desde el mazarico al zarapito trinador o real, de ahí el nombre de la senda; en la Ruta dos Alavancos destaca la presencia del Ánade Real, la especie de pato más común en toda Europa, aunque también, en la zona del estuario del Umia, entre charcas e islotes, se pueden observar otras especies como las garzas o cuervos marinos; por último, la Ruta de A Pastora-Umia recorre los límites del río, donde se concentra un importante conjunto de flora y fauna en el que sumergirse a su paso.
Parque Natural de Carreirón, una gran reserva ornitológica
Dentro de los límites de la Illa de Arousa, en la cara sur, se encuentra una zona de especial protección de aves para la Comunidad Europea, el Parque Natural de Carreirón. Este enclave privilegiado para especies aladas le valió a Carreirón la catalogación como Zona Internacional de Especial Protección para las aves, y su integración dentro del Complejo Intermareal Umia- O Grove.
El conjunto del territorio posee una importante y rica naturaleza, que ha permitido la conservación de los diferentes ecosistemas como los sistemas dunares, las matogueiras, marismas, y demás. Carreirón es el hábitat de muchas especies animales y vegetales, y en la mayoría de sus rincones se pueden avistar tanto aves locales como migratorias. Destaca la presencia de la Garza Real, y el grupo más representativo dentro del parque es el de las aves limícolas, que se caracterizan por tener largos picos para pescar y patas finas con dedos largos para caminar sin hundirse ni mojarse.