La bicicleta se ha puesto muy de moda estos últimos meses: disfrutar de la naturaleza y poder hacer recorridos más largos que a pie son las mejores excusas para decantarse por esta actividad, que también se puede hacer con niños.
Dentro de la ciudad de Vigo hay varios carriles bici habilitados, como puede ser el paseo marítimo de Bouzas, Samil o el Paseo de las Avenidas en el Náutico son algunas de las opciones más recurrentes para dar un paseo sobre ruedas.
También el concello se ha encargado de construir carriles que atraviesan la ciudad, aunque en su mayor parte recorren calles de bastante afluencia de coches y pueden resultar algo peligrosos. Por eso la selección que ha hecho Treintayseis incluye rutas muy sencillas y poco peligrosas, para poder hacer con niños y que ellos también disfruten de este deporte.
Gran carril litoral
Este carril bici recorre la ciudad de punta a punta: comienza en La Guía y termina en Samil. Recorriendo las calles más cercanas al puerto, discurre una ruta de unos 14 kilómetros con escaso desnivel. Lo mejor de esta ruta es que discurre pegada al mar en su totalidad, por lo que ofrece unas bonitas vistas y muchas playas en las que recalar para descansar.
El mayor peligro de esta ruta es que hay tramos con bastante tráfico rodado, por lo que quizás no es aconsejable hacerla con niños. No obstante, pasa por varios parques infantiles, por lo que también es una buena idea tomarla con el fin de llegar a uno de ellos para pasar la tarde y evitar así el coche.
Corredor verde Lagares
Una vez se termina el carril litoral se puede continuar bordeando el río Lagares, un trayecto de algo más de 8 kilómetros. Este sí se puede hacer con niños porque discurre casi en su totalidad por un camino compartido por peatones y ciclistas alejado de la carretera.
Señalizado por completo, ofrece varios puntos en los que avistar flora y fauna propias de la ribera. También atraviesa el Parque de Castrelos, donde se puede parar a descansar o aprovechar para que los niños disfruten de las zonas de columpios y toboganes.
En este caso, es completamente llano, pero el firme es de gravilla, por lo que se hace un poco más difícil de recorrer. Además, hay que tener en cuenta que el camino es rural y, por tanto, no está iluminado.
Camino Portugués
Hay una versión del Camino de Santiago que lleva a los peregrinos desde Portugal hasta Compostela recorriendo la costa gallega. Este espectacular recorrido pasa por Vigo y permite a los ciclistas contemplar la Ría y las Cíes mientras pedalean.
De Vigo hasta A Ramallosa, por ejemplo, se puede ir a pesar de los cierres perimetrales, y que Nigrán forma parte de la "almendra" viguesa. El camino es prácticamente llano y no muy largo si se empieza en la parroquia de Oia, donde empieza a haber menos tráfico rodado, son unos 10 kilómetros bordeando la costa.
La etapa oficial va desde el puente romano de A Ramallosa hasta el centro de Vigo, que se une a la que une la Ciudad Olívica con Redondela. Esta segunda parte ya no tiene una alternativa que discurra por la costa, aunque también vale la pena hacerla por la Senda da Agua.