Jugar a las cartas, construir un castillo de arena, leer una novela, dormir la siesta bajo la sombrilla... Son actividades que solemos realizar en la playa, pero para salir de la rutina hay otros pasatiempos muy divertidos para mayores y pequeños, como paddle surf o snorkel. Este último deporte parece estar cada vez más de moda y es que es súper accesible, ya que tan solo es necesario tener gafas de buceo y, por supuesto, saber nadar.
También es recomendable usar un traje de neopreno en sesiones largas de snorkel, llevar unas aletas para moverse a través del agua más eficazmente y, en último lugar, localizar una playa o cala tranquila sin muchos bañistas para poder observar la flora y fauna marina que habita en la zona.
Galicia cuenta con más de 1.400 kilómetros de costa, si bien la ría de Pontevedra es uno de los destinos más deseados por bañistas locales y foráneos por su belleza, con playas y pequeñas calas idílicas de arena fina y aguas de color azul turquesa. Es por esto por lo que huir de las grandes masificaciones en verano puede ser complicado, pero no imposible.
Melide, Menduiña, Francón, Areacova, Lagos y Tuia son algunas de las playas más deseadas de la zona, pero para practicar snorkel hay que buscar zonas de baño más tranquilas, como es el caso de la playa do Pedrón, en la parroquia de Beluso, en Bueu.
Esta pequeña cala se sitúa en la cara norte de Cabo Udra, uno de los enclaves más bonitos de la zona. Sus reducidas dimensiones, con alrededor de 200 metros de longitud, hacen necesario acudir a primera hora del día para conseguir hueco en la arena o en algunas de las rocas que la franquean.
La arena de la playa do Pedrón es fina y de color blanco y sus aguas son cristalinas, por lo que, con un poco de suerte, todo aquel que practique snorkel tendrán la oportunidad de observar los peces que habitan en la zona.
Un dato a tener en cuenta es que este arenal de la parroquia de Beluso es nudista y que para llegar hay que dejar el coche en la carretera cercana al sedero a la playa y bajar a pie, si bien el esfuerzo merece la pena (y mucho).