Desde la paradisíaca costa de las Rías Baixas hasta el interior más montañoso de la provincia de Pontevedra, el sur de Galicia alberga en todo su territorio un enorme patrimonio natural, histórico y paisajístico que merece la pena descubrir y recorrer con calma. Sin ir más lejos, en el corazón de las tierras de Paradanta se localiza una senda mágica que atraviesa un interesante conjunto de molinos tradicionales con sus largos acueductos de piedra, fervenzas, pozas e incluso un frondoso bosque donde los carballos son los grandes protagonistas. El bautizado como Sendeiro das Estrelas se extiende por los paisajes verdes de la localidad de Covelo justo en el límite natural entre Ourense y Pontevedra, a medio camino entre las conocidas sierras do Suído y Faro de Avión.
Una de las singularidades de esta ruta por Covelo tiene mucho que ver con el conjunto etnográfico formado por los Muíños de San Salvador de Prado, también conocidos como Muíños de Cende. Lo cierto es que este grupo de antiguos molinos de agua se encuentran enmarcados en lo más alto de esta aldea covelense, apartados de cualquier río o arroyo que discurre por los límites de esta comarca pontevedresa. Sin embargo, y a pesar de ubicarse en un lugar bastante remoto, los mecanismos de todos estos molinos pudieron funcionar durante décadas gracias a unos extensos canales que permitían desviar las aguas del río Tea hasta una especie presa o ceña donde era embalsada.
Una ruta entre patrimonio y naturaleza
A lo largo de ocho kilómetros de ruta lineal, el Sendeiro das Estrelas atraviesa uno de los enclaves naturales con más encanto de la localidad de Covelo. El punto de partida de este agradable itinerario entre patrimonio etnográfico y naturaleza se encuentra en el entorno de la iglesia parroquial de San Salvador de Prado, un templo de origen barroco y de una sola planta en cuya fachada destacan elementos como una puerta adintelada, una ventana enmarcada dentro de una hornacina y una espadaña con doble campanario entre otros detalles arquitectónicos. Además, esta pequeña capilla está situada a escasos metros del primero de los molinos que conforman el conjunto etnográfico de Cende, compuesto en su totalidad por los llamados Muíño do Longo, dos Vidal, de Chaparro y de Turno.
El último de los molinos citados presenta un largo canal de río que lleva varias décadas dirigiendo sus aguas y trayectoria hacia unas presas ubicadas en lo más alto de esta parroquia ubicada en las faldas de los sistemas montañosos del Faro de Avión y la sierra do Suído. Se sabe además que, como mínimo, dichas pozas ya existían a mediados del siglo pasado y tenían como objetivo hacer funcionar los rodicios de este tradicional espacio para la molienda así como también dar servicio a los prados y campos de los alrededores. Una de esas antiguas presas es la llamada Poza do Extremadoiro, la cual forma parte en la actualidad de una pequeña área fluvial que se encuentra habilitada para el baño durante la temporada estival.
Una vez superada la parte más alta del Sendeiro das Estrelas, la ruta continúa avanzando por la parte izquierda de la poza siguiendo la estela de un pequeño camino en bajada que nos dirige hacia uno de los puntos más destacados de todo el itinerario: la Fervenza de Parrelos, un extraordinario salto de agua enclavado en mitad de un valle estrecho y rocoso que se encuentra integrado en su mayoría dentro de la Red Natura 2000. Este espacio a orillas del río Tea, a su paso por la aldea de San Salvador de Prado, recibe también el nombre de Caldeiras de Parrelos. De hecho, resulta muy sencillo descender hasta la ribera del río ya que existe un sendero acondicionado con una bajada serpenteante y provista con barandillas de cuerda que permiten salvar la pendiente y hacer el recorrido mucho más sencillo. Miradores, fervenzas, pozas, pasos de piedra y antiguas pasarelas como la del Puente Abuiña son sólo algunos de los elementos que el visitante podrá ir descubriendo a través de la senda das Estrelas.
Lo cierto es que esta ruta mágica por Covelo también puede iniciarse en los límites de la aldea de A Graña, concretamente en la zona donde se emplaza el Área Recreativa de la Carballeira do Rei, cobijada entre frondosos y tranquilos bosques que son testigos del inicio de otra variante de la senda principal que únicamente visita las Caldeiras de Parrelos sin necesidad de hacer todo el recorrido desde la parroquia de San Salvador de Prado.