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La de 2019 fue la primera Navidad en la que Vigo se confirmó como una referencia mediática en toda España. Comenzó a llamar la atención en 2017 y se hizo viral en 2018, con el encendido de las luces al grito de "with the lights, with the music". 

Pero fue en ese 2019 cuando aparecieron la noria y el mercadillo en la Alameda, dos de los elementos más celebrados, pero también fuente de las mayores críticas por parte de los vecinos de los edificios del entorno de la Alameda, donde se monta el Cíes Market y sobre los que se elevan la noria.

Dos años después, en 2021, el montaje de un "parque de atracciones" en Rosalía de Castro comenzó a desatar las protestas de los que vivían en estas calles más céntricas; aquel año es en el que comienza a fraguarse la Asociación de Vecinos Zona Centro de Vigo y a manifestarse las quejas en las ventanas de las viviendas con cruces blancas.

"Nos ha costado mucho lograr el apoyo de gente de fuera del centro de Vigo, quitarnos el sambenito de 'cayetanos'; hemos tardado 3 años conseguir que la gente vea que esta Navidad no es un modelo sostenible", comenta Alba Novoa, presidenta de la Asociación de Vecinos Zona Centro.

Una de los últimos enfrentamientos ha sido por el permiso para circular por la "zona cero" de la Navidad para los residentes del centro, que el Concello ha matizado tras anunciar desde la asociación que lo habían denunciado ante la Agencia Española de Protección de Datos por entender que era una exigencia mostrar este documento con datos personales. 

Lucha en los tribunales

Ellos han sido el principal grupo que se ha movilizado contra lo que consideran que atenta contra sus derechos fundamentales, y en varias ocasiones lo han hecho a través de los tribunales. Siempre han proclamado que desde el Concello no se les ha tenido en cuenta, Abel Caballero no les ha recibido -Novoa incide que han vuelto a pedir una reunión y que siguen a la espera- y que se ha montado un Comité de la Navidad donde no están representados.

En esa lucha en los tribunales, una vecina logró que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) condenase al Concello a pagarle una indemnización y, lo más importante para ellos, instaba al gobierno local a tomar las medidas necesarias para que esto no se vuelva a producir.  

Textualmente, la sentencia dice: "Se condena al Ayuntamiento de Vigo a que adopte las medidas necesarias para evitar la reiteración de su conducta lesiva de los derechos fundamentales indicados anteriormente y para garantizar que los niveles de ruidos exteriores e interiores no rebasen los umbrales fijados por las normas aplicables".

En este caso, "la norma aplicable" es la Ordenanza Municipal de Protección del Medio contra la Contaminación acústica producida por ruidos y vibraciones aprobada por el Concello el 28 de julio del año 2000, y modificada en el Pleno el 25 de febrero de 2008. Según esta ordenanza, el máximo ruido en zonas residenciales es de 55 decibelios de 08:00 a 22:00 horas y de 45 decibelios de 22:00 a 08:00 horas. Estos valores se rebajan en determinadas zonas hasta los 35 y 30 decibelios, respectivamente.

Los 55 decibelios se corresponden con electrodomésticos como aspiradoras o batidoras no muy ruidosos, una concentración de gente en la calle, una oficina con mucha actividad, tráfico de una calle transitada o una televisión a volumen medio; 45 decibelios equivaldrían a una sala con gente, una oficina, el ruido que hace un electrodoméstico poco silencioso o una calle poco transitada.

Solicitarán la ejecución de la sentencia

Ya en las Navidades pasadas, el Concello tomó algunas medidas correctoras como la reducción del horario de funcionamiento de las atracciones o la supresión de la música ambiente en Areal, aunque los vecinos del centro las consideraron "insuficientes".

Desde la Asociación de Vecinos Zona Centro avanzan que, una vez se ponga en marcha la noria y el mercadillo de la Alameda, realizarán mediciones acústicas a diversas horas para comprobar que se cumple la normativa. Además, recuerdan, la zona en la que se celebra la Navidad -entorno de Areal y Plaza de Compostela- está declarada "Zona Acústicamente Saturada".

Así, según ha trasladado la presidenta de la asociación a Treintayseis, en caso de rebasarse los niveles acústicos marcados por la ordenanza, acudirán inmediatamente al juzgado para "pedir la ejecución de la sentencia", que el Concello tendrá que cumplir al tratarse de un asunto relacionado con los derechos fundamentales, según la resolución del TSXG. 

Esto podría suponer, según Novoa, que la noria y el mercadillo llegasen a ser precintados y cancelada su actividad al no cumplir la normativa ni atender a la instancia del Tribunal en la sentencia referida. 

Más medidas

Además, insiste en que no se rendirán hasta que el Concello de Vigo atienda sus peticiones y que acudirán al contencioso-administrativo las veces que haga falta para reivindicar sus derechos; también asevera que, aunque en esta instancia les tumben la reclamación, saben que en otras superiores atenderán sus demandas. 

Al margen de las medidas judiciales, desde la asociación barajan otras opciones para mostrar su desacuerdo y poner de relevancia sus derechos. Descartan concentraciones y manifestaciones, aunque volverán a lanzar la iniciativa de mostrar el descontento con la Navidad que se desarrolla en la ciudad colgando elementos de color blanco en sus ventanas y balcones, desde banderas hasta sábanas.