A punto de cumplirse 10 días desde el apagado de las luces de Navidad, Vigo mantiene la huella de la celebración todavía en sus calles, especialmente en el centro de la ciudad, y las luces todavía brillan cuando anochece en diferentes puntos, como Romil, Camelias o la calle Coruña, como si el invierno se hubiese congelado.
La semana pasada, los trabajadores de Ximenez comenzaron con la retirada de las luces que decoraban calles céntricas como Rosalía de Castro; lo hacían, además, en horario nocturno para no interrumpir el tráfico en una de las zonas más saturadas a diario, que también se ha visto afectada por las protestas de los trabajadores de Vitrasa, protagonistas también en el acto de apagado de las luces.
En Policarpo Sanz y García Barbón, los grandes adornos que ocupaban la calzada también comenzaron a retirarse la semana pasada, pero todavía no se ha recuperado la normalidad en el tráfico, que aún se ve afectado por la presencia de elementos de gran tamaño, como la Estrella de Navidad.
La "zona cero" de la celebración todavía deja ver el árbol gigante, aunque ya se ha retirado la estrella que lo coronaba, la gran novedad de este año; desde la Puerta del Sol, el paseo por Príncipe denota que la Navidad es un mero recuerdo hasta que se llega a la Farola de Urzaiz, donde todavía se eleva la bola gigante. Descendiendo por Colón, el cruce de los cuatro bancos aún deja ver la carpa de luces que iluminó como un falso techo uno de los puntos neurálgicos de estas fechas.
En el Arenal, también sigue instalada la carpa que ha acogido la exposición de dinosaurios "Dinoworld" y que estuvo precintada antes de su apertura por carecer de licencia. La imagen que ya no se ve es la de la noria, la atracción estrella, que se ha ido desmontando poco a poco y cuyas piezas este martes se terminaban de introducir en los camiones para desaparecer hasta el año que viene.
A pocos metros, en la Alameda, sí que se puede decir que "todavía vive la Navidad". La plaza de Compostela todavía se encuentra ocupada por las casetas del Cíes Market y los árboles laterales mantienen entre sus ramas las luces. También el árbol de navidad que decoró la zona durante casi dos meses persiste, a la espera de abandonar la zona con el resto de mobiliario.