Tras 25 días de huelga y dos jornadas de manifestación esta semana que han bloqueado el tráfico en determinadas zonas de la ciudad, el comité de empresa de Vitrasa ha comparecido en rueda de prensa y han pedido que, "si no son capaces de solucionar" el conflicto entre empresa y trabajadores debería de dimitir tanto el alcalde, Abel Caballero, como del portavoz del gobierno local, Carlos López Font, a los que señalan por actuar "de la mano" de la empresa en el conflicto laboral.
Igualmente, el presidente del comité, Imanol Arnoso (CIG), ha vuelto a pedir a la empresa que, si es cierto que el servicio no es rentable y lleva años con pérdidas, "abandone" la concesión, y ha señalado que, a pesar de que no se sabe cuál será la compensación que pagará el Ayuntamiento, "la empresa ya está diciendo que será insuficiente". A esta cantidad es a la que Vitrasa vincula al acuerdo para el nuevo convenio colectivo, cuyas negociaciones siguen bloqueadas.
Además, desde el órgano de representación a los trabajadores han negado que sean ellos los que politizan el asunto ya que consideran que es "el Ayuntamiento" al acusar a CIG y BNG de estar detrás de las protestas, el mismo argumento de Vitrasa, para "esquivar sus obligaciones".
Desde el comité, también se han desmarcado de los ataques contra varios autobuses que se han producido en los últimos meses y respecto al trabajador herido en el último acto vandálico, han señalado que fue trasladado a Urgencias "por precaución" pero que "ya está trabajando otra vez" y "no tiene nada".
"Somos los sufridores del conflicto"
"Nosotros somos los sufridores del conflicto. Nosotros somos los que estamos todos los días a las 5:00 horas en las instalaciones para controlar los buses que salen. Estamos deseando llegar a un acuerdo, por nosotros y por nuestras familias, esto no es cachondeo, es algo muy serio", ha subrayado el vicepresidente del comité, Noli Núñez (CC.OO.), que ha incidido en que la huelga indefinida es incluso "rentable" para Vitrasa, al tener la mitad de gastos, menos buses activos y la mitad de la plantilla parada, al tiempo que llena todos los autobuses.
Rosa Pampillón (UGT) ha insistido en que "es sorprendente que el alcalde mire para otro lado" cuando la empresa concesionaria "basa su gestión en los incumplimientos". Así, además de los numerosos requerimientos en la Inspección de Trabajo, ha puesto como ejemplo el Plan de Igualdad de Vitrasa, que "está caducado" y, pese ello, el Ayuntamiento prorrogó en 2020 por 5 años más la concesión.
"Quieren perjudicar la Navidad"
Por su parte, Vitrasa ha emitido un comunicado en el que insisten en que la huelga indefinida está "dirigida por intereses personales y también políticos" y que desde el comité "son conscientes del daño que causa esta situación a la movilidad de la ciudad durante la Navidad", algo que "pusieron de manifiesto" en las últimas tres reuniones. Según la empresa, a la propuesta de parar la huelga dos semanas durante las fiestas a cambio de quitar los expedientes sancionadores, la respuesta fue negativa "evidenciando verbalmente que o que perseguían con esta actitud era perjudicar la Navidad".
Además, han reiterado que los sueldos, a pesar de llevar congelados desde 2020, "sigue siendo los más altos de la provincia de Pontevedra", con un salario medio en 2022 de 33.565 euros. También han indicado que, de los 370 trabajadores de la empresa, "sólo el 29% (108) se mostró a favor de la huelga indefinida en una asamblea con una participación por debajo del 67%.
Por último, desde Vitrasa lamentan que esta situación está provocando que "decenas de miles de viajeros dejan de usar el transporte público y va a costar mucho recuperar su confianza", algo que "está agravando cada día más la rentabilidad de esta empresa".