Esta semana han aparecido en el entorno de la calle Príncipe, en pleno corazón de la ciudad de Vigo, varios dispositivos atornillados a elementos del mobiliario urbano. Las barandillas de la escalinata de acceso al museo Marco o un par señales de tráficos son algunos de los puntos donde se han avistado. ¿Pero qué son y cuál es su misión?
Según ha confirmado el Concello a este medio, se trata de un sistema de sensores de medición de afluencia de gente instalado por la entidad municipal. Forman parte de un proyecto piloto "que mide los niveles de ocupación para adoptar medidas relacionadas con el tráfico" (seguramente, en previsión de la proximidad del aumento de visitas a Vigo por Navidad). Por el momento, solo se está probando en el entorno de la Farola de Urzaiz para ver los resultados.
Esta tecnología de medición "no es invasiva, no mide número de personas, ni identifica personas, sino que facilita niveles de ocupación de la vía pública", apuntan desde el ente municipal. Fue el BNG de Vigo quien puso ayer el foco en estos dispositivos; el portavoz nacionalista, Xabier P. Igrexas, demandaba que se diese a conocer quién está detrás de su instalación y si obtenían información de carácter personal de la ciudadanía, puesto que no lucen ningún distintivo. Además, reclamó conocer cuál es su coste.