Si por fin los plazos se cumplen, la estación de autobuses de Urzaiz estará en marcha en el mes de diciembre, con la masiva afluencia a la ciudad con las luces de Navidad como reclamo. Eso es, al menos, lo que espera la Consellería de Infraestructuras ya que todo apunta a que el túnel de Lepanto se abrirá a principios de diciembre y las obras de los apeos del ascensor Halo, que ahora impiden la utilización de los carriles de acceso para los autobuses, a finales de noviembre.
Con esta previsión, la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias, y el director xeral de Mobilidade, Ignacio Maestro, han visitado este martes las instalaciones en un recorrido en el que les han acompañado los representantes de las principales concesionarias: Monbus, Lugove y Ojea.
El objetivo de la visita es poner en marcha el trabajo pendiente en lo que respecta a la Administración autonómica, esto es, la organización de las nuevas rutas que se trazarán tras el cierre de la antigua estación y que llevará, aproximadamente, un mes. "Ante la falta de concreción del Concello, hemos decidido ponernos a trabajar con las concesionarias para estar coordinados y preparados si, finalmente, la estación se puede abrir en diciembre", ha explicado Fernández-Tapias.
Así es la nueva estación de autobuses
Con un diseño muy similar en la tonalidad a la obra de Thom Mayne, la nueva estación de autobuses se distribuye en dos plantas; la superior, en la que se sitúan 30 dársenas, 22 de ellas para los viajeros, con un techo para tratar de solventar las inclemencias temporales.
En la parte inferior, a la que se accede tanto por escaleras normales, eléctricas y ascensor, está la zona de espera para los autobuses, la taquilla, la consigna y dos pantallas con información sobre los vuelos desde Peinador y los autocares de salida y llegada. Este espacio tiene unos 1.000 metros cuadrados y capacidad para la gestión de dos millones de viajeros al año.
En esa misma planta subterránea, hay un acceso al interior del centro comercial y otro a la entrada principal a través de escaleras. Una infraestructura que espera desde el verano para ponerse en marcha.