La sociedad está cada vez más concienciada sobre el efecto de la actividad humana en el medio ambiente. La situación de emergencia climática ya está obligando a los políticos a tomar medidas tanto a nivel local como estatal e incluso las empresas han incrementado sus acciones ‘ecologistas’; en parte, presionadas por las nuevas legislaciones. Ejemplo de esto es la Agenda 2030 y sus ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).
El Observatorio de Sostenibilidad publicó el pasado 2021 un informe que desvelaba que en España solo diez empresas generan el 56% de todo el CO2 producido de forma directa por las instalaciones industriales y el 20% del total del país. Ante esta situación, parece que las acciones individuales resultan prácticamente inútiles. Sin embargo, cada gesto cuenta.
Es por ello que multitud de personas están implementando en su vida hábitos más amables con el medioambiente. La movilidad es uno de los campos en los que, sobre todo en Vigo, hay mucho margen de mejora. En el año 2020 había 151.553 turismos registrados y alrededor de 290.000 vecinos, lo que convierte a la ciudad olívica en una de las más pobladas por coches en España. ¿Pero por qué es así? ¿Hay forma de revertir la situación?
¿Por qué no se usa más la bicicleta?
Las alternativas para desplazarse por Vigo sin coger el coche son varias: caminar, ir en autobús, moverse en bicicleta o ser usuario de un VMP (vehículo de movilidad personal). Entre todas esas opciones, las bicis parecen resistirse a los ciudadanos.
El Valedor do Cidadán llevó a cabo la elaboración del estudio Rutas de carriles para bicicletas en el ayuntamiento de Vigo. En este señalan "además de las ventajas evidentes para nuestra salud, el
desplazamiento en bicicleta tiene también beneficios económicos muy importantes porque ahorra muchos gastos y ayuda a una mejor ocupación social del espacio urbano". Asimismo, defienden que es "un vehículo sin humos y sin ruido, que no contamina" y que "representa una mejora ecológica frente a otros medios de locomoción".
Pero si son tantas las ventajas, ¿por qué es tan poco habitual ver bicicletas por las calles de Vigo? El motivo principal que denuncian asociaciones como Vigo Ciclábel es la falta de "una red de carriles bici y ciclocarriles bien conectados y con criterios homogéneos que permitan recorrer la ciudad en vías segregadas o por viales de tráfico pacificado que garanticen la seguridad de los ciclousuarios".
El arquitecto vigués Alexandre Mouriño centró su trabajo de fin de Master en Arquitectura e Urbanismo en el planteamiento de una posible red ciclista viguesa. Llegó a la conclusión que las cuestas no resultan ser el factor más influyente a la hora de elegir una ruta ciclista en Vigo. Importa más el poder circular por "rutas seguras, cómodas e directas", como explicó el experto en una entrevista con Praza Pública.
En esa línea, desde Vigo Ciclábel demandan otras medidas cuya inexistencia actual dificulta que más ciudadanos se animen a emplear la bicicleta. Entre ellas está la implantación de un sistema de alquiler público de bicis, un Plan Director de la Bicicleta, más campañas de fomento de uso o la creación de una oficina municipal de la bicicleta. La solicitud de crear Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en Vigo también está presente y recientemente el alcalde, Abel Caballero, expuso cuáles son las áreas propuestas.
Propuesta de red ciclista para Vigo: principales vías
Ahondando en una de las demandas de Vigo Ciclábel, la red ciclista de la ciudad, consultamos con la organización cuáles serían las características que tendría que cumplir esa infraestructura. En primer lugar, explican desde Vigo Cliclábel, se encuentra la distribución de las vías principales, "varias arterias principales que vertebren el conjunto uniendo los principales barrios de la ciudad, así como los nodos de transporte público: estaciones de buses, tren y barco".
De este modo, la asociación marca como posible "punto de partida" las propuestas del Valedor do Cidadán: el carril Eurovelo, el gran carril centro y la red litoral. El primero de ellos, el Eurovelo, tendría un completo itinerario desde la ETEA hasta la Avenida de Citröen, Samil o Beiramar, puntos donde se enlazaría con otros senderos ciclistas. Este carril, además, tendría bifurcaciones que permitirían atravesar o bien Travesía de Vigo y la Gran Vía o recorrer la calle Aragón y Avenida de Camelias, como se puede apreciar a continuación en el plano.
Por otro lado, el Carril Centro conectaría Isaac Peral con Plaza América, pasando por García Barbón, Policarpo Sanz, Porta del Sol, Paseo Alfonso XIII, Pi y Margall, López Mora y Avenida de Camelias. La red litoral, por su parte, uniría La Guía —barrio de Teis— y Samil atravesando la Avenida de Guixar, Julián Estévez, García Barbón, Isaac Peral, Arenal, Montero Ríos, Cánovas del Castillo, Beiramar, Eduardo Cabello, el carril bici de Bouzas, Roade y finalmente, Avenida Atlántida.
Vigo Ciclábel señala que estos tres trazados se deberían interconectar con las infraestructuras ya existentes o planificadas, como la Vía Verde, el carril bici Samil-Teis o el corredor verde del Lagares. "Estas vías principales deberían estar completadas en un plazo máximo de dos años", apuntan desde el colectivo.
Vías secundarias y adaptación a la ciudad
Sumadas a esas arterias de circulación ciclista, Vigo Ciclábel explica la necesidad de cubrir una "extensa red de vías" que garanticen que cada vecino de la ciudad "tiene a menos de 250 metros algún tramo de la red". Esos ‘vasos capilares’, de acuerdo con la asociación, cubrirían el acceso a lugares relevantes de movilidad personal, como son los centros de enseñanza, edificios públicos o ambulatorios.
¿Pero cómo se podrían aplicar esas medidas? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que se pueda disfrutar de un proyecto parecido en la ciudad olívica? "Somos conscientes que la rede de vías dedicadas a bicicletas nunca abarcará el 100% de las calles. Y el despliegue se demorará años", reconocen desde Vigo Ciclábel, "Por eso, tan importante como la rápida implantación de una rede amplia de vías, será la pacificación de todas las calles".
Es decir, en la espera por ese gran trazado ciclista, adaptar el entorno urbano para que el uso de estos vehículos se extienda. Por ejemplo, algunas medidas son los pasos elevados o el estrechamiento de carriles, que obligan a reducir la velocidad de los coches, así como radares informativos y sancionadores. Desde Vigo Ciclábel también resaltan la importancia de reducir el número de turismos a través de la eliminación de aparcamientos en superficie en el centro de la ciudad y la peatonalización de las calles.
¿Qué características debe tener la red ciclista?
El colectivo Vigo Ciclábel detalla que la red ciclista deberá tener en cuenta la topografía "para procurar la mejor opción para los ciclistas". Las rutas serán "seguras y agradables", se aprovecharán los espacios verdes en la medida de lo posible y se valorará la calidad paisajística de las zonas, así como "la exposición al viento y el sol, la saturación acústica o los posibles malos olores".
En cuanto a la infraestructura en sí, se deberá cumplir con los "mejores estándares publicados en lo relativo a anchura, materiales y señalización". Por ejemplo, la pintura utilizada para la señalización horizontal deberá ser antideslizante siempre, "no solo en los carriles bici". Además, los semáforos priorizarán el flujo peatonal y ciclista sobre el de los automóviles.
Por último, Vigo Ciclábel recalca que "no se debe restar espacio a los peatones para construir infraestructura ciclista". La asociación pide de forma explícita que no se instalen ‘aceras-bici’ porque generan problemas de convivencia y seguridad entre ciudadanos y ciclistas. Al fin y al cabo, unas calles más seguras para las bicicletas son también más seguras para las personas.